Un Lamborghini para no prestar

Walter De Silva, jefe de diseño del Grupo Volkswagen, creó el Egoista. Se trata de un impresionante concept pensado exclusivamente para el disfrute de su conductor.

Sin categoría | conduciendo | 13/05/2013 | Compartir

Un gran momento se vivió al cierre de la gala de celebración del medio siglo de Lamborghini. El diseñador Walter De Silva develó el flamante Egoista para conmemorar los 50 años de vida de la firma. El auto con capacidad para un solo ocupante prioriza la pasión y el corazón por sobre la lógica.

El Egoista apunta a un público sofisticado que busque lo más exclusivo y extremo del mercado. El único objetivo que persigue su impresionante diseño es el de potenciar las sensaciones de manejo.

En cuanto al musculoso diseño, se puede apreciar en su perfil una línea que reproduce la imagen de un toro listo a cargar. De frente se aprecia una triple división, donde la central se funde con la cabina.

Mientras que la zona frontal apunta a mejorar la carga aerodinámica, la trasera cuenta con dos flaps integrados a la carrocería que se activan a alta velocidad y que mejoran la estabilidad; junto a una serie de tomas de aire que ayudan en la refrigeración del motor.

El Egoista cuenta con una gran influencia del mundo de los jet, hecho que se ve representado en su sistema de luces, sus materiales y en su particular cabina. Las luces de LED indican la posición del Egoista en tres dimensiones, al igual que lo hacen en los aviones, ubicándose dos luces blancas en el frente, dos rojas detrás, una luz roja intermitente en la parte alta de la cola, dos naranjas como marcadores laterales y otras dos luces en el techo (roja y verde). A esto se le suma dos faros de xenón en la unión entre la zona central de la carrocería y de los laterales.

La carrocería ultraligera (aluminio, fibra de carbono) cuenta con materiales antiradar al igual que las llantas. A su vez, los espejos cuentan con una graduación naranja antideslumbrante.

Y por último, la particular cabina removible de fibra de carbono y aluminio que cuando es combinada con el resto del cuerpo forjan una unidad aerodinámica de avanzada. Este habitáculo cubierto por una cúpula está inspirado en el helicóptero Apache. En él encontramos una distribución racional y funcional, con una butaca deportiva con cinturones de cuatro puntos, airbags, display en el parabrisas y el menor número de instrumentos posible. Para salir de ella el conductor debe quitar el volante y abrir la la cabina mediante un control electrónico.

Para dotar al Egoista de una capacidad y potencia de punta se instaló un motor V10 de 5.2 litros capaz de desarrollar 600 CV.

Con esta creación Walter De Silva reune en un vehículo único las virtudes que conviritieron a Lamborghini en una de las firmas más deseadas del planeta.