El Clase A de M-B arribó a Colombia

Más allá de que la filosofía histórica de Mercedes-Benz sea la de crear modelos Premium dotados de una estirpe más señorial y con valores bastante exclusivos; la pluralidad de marcas y productos, más los diferentes factores económicos del mundo actual provocaron que se modifique su tradicional ideología para lograr ampliar su rango de clientes.

Este es el caso del flamante Clase A, un compacto deportivo que, ya sea por su precio como por su estética totalmente opuesta al resto de la gama, se nota que está apuntado hacia un público más joven y, quizás, con menor poder adquisitivo. La primera prueba que se vio en el país para esta estrategia fue la llegada del Clase B.

Tal es así la intención de Mercedes-Benz de conquistar un segmento más popular que con este carro se involucra en una competencia directa ante rivales que hace unos años no aparecían cerca de sus planes. El Alfa Romeo Giulietta, el Audi A3, el BMW Serie 1, el Citroën DS4, el SEAT León FR y el Volvo C30 son algunos de sus nuevos compañeros de vitrina.

Por fuera, y a diferencia de la generación anterior, se dejó de la lado la carrocería de tipo monovolumen para dar paso a una dotada de por líneas estilizadas y dinámicas, que antes sólo se apreciaban en algunos modelos AMG. Lo mismo sucede con su cercanía con el suelo, que le da un aspecto más deportivo, o las tomas de aire delanteras; o el renovado diseño de los faros, que tienen integradas las luces diurnas de LED; o los rines de 16 pulgadas. Además, las superficies laterales están demarcadas por trazos aerodinámicos y en la zona trasera se destacan el difusor con dos salidas de escape, el alerón y los faros.

Dado el estilo de las terminaciones, en el habitáculo vuelve a figurar el estilo juvenil. Dispone de relojes de buen tamaño y bien iluminados, un volante multifunción que permite controlar de manera rápida y simple los diversos elementos tecnológicos; y salidas de aire con forma de estrella. Las butacas también son de similares cualidades a las de un deportivo nato.

La existencia de una pantalla de generosas dimensiones en el frente y sobre la radio, es un complemento de categoría que se asocia con un equipo de audio con capacidad para cargar hasta 20 CDs, reproductor de archivos MP3, WMA y AAC; un teclado integrado para teléfono, interfaz con Bluetooth con función manos libres, toma Aux-in, conexión USB y seis altavoces.

Como equipamiento de serie, figuran el control crucero, las exploradoras, el sistema ECO de parada/detenida del motor, el techo corredizo panorámico de cristal, el indicador de presión de las llantas, el limitador de velocidad, el freno de mando eléctrico, el sistema de ayuda de estacionamiento, entre otros.

Por su parte, en el apartado de seguridad aparecen siete bolsas de aire (dos delanteros, dos laterales delanteros, de cortina y para rodillas del conductor), frenos ABS con asistencia al frenado de emergencia (BAS), controles de tracción y estabilidad, sistema de alerta por cansancio, y ayuda de arranque en pendiente.

Al margen del equipamiento, debajo del capó es donde se aprecia la mayor diferencia entre las versiones. En la variante de entrada, se ubica un motor de cuatro cilindros en línea turbocargado de 1,6 litros capaz de generar 156 caballos de potencia que puede acoplarse tanto a una caja manual de seis velocidades como a una automática de igual cantidad de marchas. En la opción más elevada, la propulsión está a cargo de un impulsor de 2,0 litros que tiene genera un poder de hasta 211 CV. Como contrapunto del resto de los ejemplares de Mercedes, el Clase A se distingue también por su tracción delantera.

A la espera de la aparición de la variante AMG (sería en agosto), los valores de lanzamiento de este “asequible” Mercedes-Benz son de 71.500.000 pesos para el A200 manual, 79.900.000 para el A200 automático y 99.900.000 para el A250 automático.