La personalización de Rolls-Royce llegó a París

La flamante serie especial Phantom Metropolitan Collection le permite a los clientes de la marca optar por decorar a su vehículo con terminaciones inspiradas en la silueta de las grandes ciudades.

Salones | conduciendo | 07/10/2014 | Compartir

Con la intención de demostrarle al mundo y a sus posibles futuros clientes de lo que son capaces sus artesanos e ingenieros de Goodwood, su casa central, Rolls-Royce llevó al Salón Internacional de París 2014 al Phantom Metropolitan Collection, una edición limitada a sólo 20 unidades que pone sobre la mesa las aptitudes del departamento de personalización de la compañía.

Hace más de diez años que el “Fantasma” de la firma de lujo ya está en el mercado (se lanzó en 2003) y es por eso que, lejos de lanzar una nueva generación, pero con el afán de mantener actualizado al vehículo, se ofrecen los servicios del área de personalización. En este caso, desde la aclaran que “la Colección Metropolitan Phantom rinde homenaje a las grandes metrópolis del mundo a través de la aplicación meticulosa de marquetería, el arte de la incrustación de pequeñas piezas de madera para formar motivos decorativos”.

El ejemplar exhibido en la capital francesa mostraba una tonalidad exterior Darkest Tungsteno; sin embargo, Rolls-Royce tiene una paleta completa con 44.000 colores para que los usuarios elijan la que mas les guste. La estética de los Phantom Metropolitan Collection no varía en relación al modelo convencional, salvo por la particular existencia de una línea que recorre los laterales y lleva la silueta de unos rascacielos modernos.

Por dentro sí se pueden encontrar más fácil los detalles exclusivos que ostenta esta serie especial. Si bien los diferentes paisajes urbanos se reparten por varios de los distintos sectores del habitáculo, quizás el más destacable de todos sea el diseño creado para las mesas plegables que se encuentran en el respaldos de los asientos delanteros y en donde se ve una vista elevada de una ciudad que requirió para su confección unas 500 piezas de madera individuales. Al cerrar las mesas, la perspectiva hace que el paisaje sea diferente.

Sin lugar a dudas este es un arduo trabajo y, de acuerdo con el comunicado de Rolls-Royce, el proceso de corte a mano, para colorear, dar forma y aplicación es tan compleja que a un artesano experto le toma varios días para completarlo.

En combinación con estas terminaciones, esta edición también dispone de un tapizado de cuero color Aetherius Gris que fue creado para hacerse eco de la paleta de colores de la ciudad moderna y se complementa en la parte trasera con una representación abstracta de unos rascacielos que poseen 6.800 puntos de sutura en dos tonos. Por su parte, también se incluyó en la consola central delantera un reloj a medida especialmente desarrollado que por primera vez en la historia de la marca lleva un bisel giratorio que expresa el paso de la hora en las grandes ciudades del mundo.

Cada vez son más los clientes que pasan por las manos de los artesanos para hacerse de un vehículo único. De hecho, las cifras reveladas por Rolls-Royce no mienten, y afirman que casi todos los clientes del Phantom en todo el mundo recurren a la personalización, así como el 90% de los del Wraith y el 80% de los del Ghost.