Audi recupera su ADN deportivo con este homenaje
El Audi GT50 es una creación desarrollada en el centro de formación de Neckarsulm, que busca rememorar el pasado deportivo de la casa de los cuatro aros.
Audi celebra el medio siglo del motor de cinco cilindros en línea y por ello los jóvenes talentos han creado este GT50.
Un aniversario que trasciende la nostalgia
El origen del cinco cilindros de Audi se remonta a mediados de los años setenta, cuando la marca decidió explorar una solución intermedia entre los motores de cuatro y seis cilindros.
Aquella decisión, poco convencional incluso para la época, dio lugar a una configuración que combinaba compacidad, entrega de par progresiva y una sonoridad inconfundible.
Lo que comenzó como una alternativa técnica terminó convirtiéndose en un símbolo competitivo.
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El Audi GT50 nace para conmemorar ese recorrido, pero lo hace desde una óptica concreta. No toma como referencia directa los míticos Quattro de rallies que dominaron el Grupo B ni las versiones extremas asociadas a Pikes Peak.
En su lugar, el foco se sitúa en una etapa menos citada pero igualmente determinante: la incursión de Audi en los campeonatos de circuitos norteamericanos a finales de los años ochenta.
El Audi 200 Trans-Am como punto de inspiración
Así las cosas, el GT50 es un derivado del Audi 200 Trans-Am de 1988. Aquella berlina transformada para la competición representó un desafío técnico y cultural.
Frente a los grandes V8 atmosféricos que dominaban los campeonatos estadounidenses, Audi apostó por un cinco cilindros turboalimentado asociado a tracción total, una combinación que rompía con los esquemas tradicionales del automovilismo local.
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El Audi GT50 recupera ese espíritu de ruptura, no desde la pista, sino desde el diseño y la ingeniería conceptual.
Mecánica conocida, mensaje contundente
Bajo el capó del Audi GT50 no hay sorpresas futuristas. El prototipo emplea el motor 2.5 TFSI de cinco cilindros que actualmente equipa el Audi RS 3, con una potencia de 410 caballos.
En tanto, el cinco cilindros se mantiene, así, como una excepción dentro de una gama cada vez más electrificada.
El papel del centro de formación de Neckarsulm
Uno de los aspectos más relevantes del Audi GT50 es su origen. El prototipo ha sido desarrollado por aprendices en el centro de formación de Neckarsulm, el mismo entorno del que surgieron proyectos como el RS6 GTO Concept.
Esta estrategia refuerza una idea clave: la transmisión del conocimiento técnico y del legado de la marca como parte activa de la formación de nuevas generaciones de ingenieros.
