Test: Nissan Rogue 2014
A bordo de este crossover japonés probamos todas sus cualidades de confort, espacio y tecnología y ratificamos porqué es uno de los SUV pequeños más elegidos del mercado.
Desde los inicios de la década pasada, el mundo automotor comenzó a revolucionarse en gran medida gracias al nacimiento y la repentina expansión de un nuevo segmento, el de los crossover. En la actualidad, uno de los protagonistas de este rubro es sin dudas el Rogue 2014, uno de los SUV más pequeños que Nissan ofrece en el país y que en Conduciendo.com tuvimos la oportunidad de testear para comprobar sus cualidades.
No suele ser común en la industria automotriz que la aparición de una nueva clase de vehículos genere tanto revuelo en los usuarios ni que se “apodere” de una gran parte de clientes. De hecho, tampoco se puede puntualizar un único factor como responsable de que esto haya ocurrido; sin embargo, sí se puede realizar un “cóctel” con una serie de atributos que pudieron hacer que esto sea posible y que, como no podía ser de otra manera, este representante de la firma japonesa posee.
En varios de los SUV de este segmento, la estética no sólo causa “amor a primera vista”, sino que además justifica este sentimiento gracias a la combinación de trazados robustos con terminaciones de estilo deportivo. En el Rogue 2014, particularmente, se hacen presentes las líneas tradicionales y fieles a su historia, pero siempre acompañadas por un toque juvenil que aumenta el atractivo. Ostenta una carrocería curvilínea que, a nuestro parecer, lo convierte en la edición más sexy de toda su historia.
A diferencia de la generación anterior, no hay dudas de que esta edición dio un importante paso hacia adelante en cuanto al diseño. La nueva parrilla delantera, las luces envolventes con tecnología LED, los trazos exteriores juveniles y dinámicos, las llantas de 18 pulgadas y los guardabarros de gran tamaño son los principales atributos de su apariencia.
Al ingresar a la cabina aparecen varios aspectos a destacar y tener en cuenta. Hay que ponderar la buena calidad de los materiales y terminaciones. Asimismo, tanto los asientos de la primera como de la segunda fila son cómodos y ofrecen el espacio suficiente para que las personas de altura media puedan viajar sin problema alguno y con un buen lugar para las piernas y la cabeza. Gracias al extenso techo panorámico el habitáculo gana en luminosidad y los pasajeros pueden disfrutar de la luz del sol durante el día o de las estrellas en la noche.
Nos llamó la atención la imposibilidad de, al menos a modo de opcional, añadir el Paquete Familiar (tercera fila de asientos) en el nivel más alto (SL) ya que sí se ofrece en las versiones más asequibles (S y SV). Esta extraña ausencia y teniendo en cuenta que la estructura está preparada albergar a siete pasajeros genera que el área de carga disponga de 39.3 pies cúbicos la segunda fila en posición vertical y de 70.0 pies cúbicos con los asientos traseros plegados. Además, en el maletero hay dos compartimentos únicos bajo el suelo para añadir capacidad y las cubiertas se pueden colocar en diferentes ubicaciones para poder dividir el espacio en función de las necesidades del momento. Otro buen detalle es que la puerta de carga se abre y se cierra con un toque de un botón.
Fiel a la familia de los SUV pequeños, la postura de manejo es elevada, por lo que la visual es más amplia que en cualquier compacto y la sensación de estar por encima de los demás conductores entrega una sensación de mayor poder. Que la butaca del conductor disponga de ajuste automático en seis posiciones y apoyo lumbar automático y que el volante multifunción se pueda ajustar de forma telescópica también contribuye a encontrar la posición de manejo más adecuada. Por su parte, la disposición de los elementos en la consola y la existencia de un sistema de navegación con pantalla a color sensible al tacto de 7.0 pulgadas y reconocimiento de voz para sonido hacen que la conducción sea más confortable y segura.
Al haber podido testear la variante más completa, pudimos disfrutar de un completo equipamiento estándar, el cual estaba dotado de tapizados de cuero, nueve altavoces Bose con streaming de audio a través de Bluetooth y climatizador de doble zona, entre otros. Mención aparte merece el monitor de visión periférica Around View, el cual mediante las cámaras ubicadas en los espejos frontal, posterior y laterales genera una vista de 360° del vehículo para no perder de vista nada del alrededor. Esta herramienta nos resultó muy útil a la hora de maniobrar un crossover de 182.3 pulgadas de largo, 72.4 de ancho, 67.5 de alto y 106.5 de distancia entre ejes.
El Rogue SL que probamos estaba dotado además con el paquete Premium, por lo que al equipamiento de serie se le sumaba el techo panorámico eléctrico, las luces delanteras LED con nivelador automático, la alerta de posible impacto delantero (FCW), el sistema de alerta del punto ciego (BSW), la alerta de abandono de carril (LDW) y el detector de objetos en movimiento (MOD).
Fuera de la imagen y el confort, nos queda dirigirnos hacia el apartado mecánico. Debajo del capó se ubica un propulsor de 2,5L y 16 válvulas que produce un total de 170 caballos de fuerza y 175 lb-ft de torque que se complementa con una transmisión CVT nos resultaron suficientes, aunque siempre teniendo en cuenta de que a causa del tamaño y del peso (3,612 libras) resulta imposible realizar una conducción agresiva o deportiva.
Estuvimos a bordo de la configuración todoterreno (AWD) y notamos que se siente flexible y logra adaptarse a diferentes condiciones de conducción en lugar de tratar de ser el mejor en algún modo en particular. También hemos notado que Nissan está poniendo un mayor énfasis en el ahorro de combustible, ya que el Rogue tiene la mejor economía de combustible en su clase con 25/32 mpg.
En conclusión, el Nissan Rogue 2014 es el ejemplar que posee un valor que está en la media de del segmento de los crossover y que sin consolidarse como el más poderoso de todo su rubro logra imponerse a través de su eficiencia, un equipamiento de buena envergadura, materiales de buena calidad, opcionales que acercan al vehículo a los de línea premium y un amplio espacio que puede adaptarse a las necesidades de cada cliente.