Test: Mercedes-Benz ML 350

Antes de su salida oficial a los concesionarios, probamos la nueva ML, un producto renovado que logra destacarse en casi todos los aspectos gracias a sus grandes prestaciones y equipamiento.

Pruebas | conduciendo | 26/04/2013 | Compartir

El flamante ML reemplaza a la exitosa y segunda generación lanzada en 2005 (con facelift en 2008). El nuevo modelo crece en casi todos los sentidos: es más grande, más lujoso y más potente. Este nuevo ejemplar no sólo se actualiza frente a la cada vez más amplia competencia (Land Rover Range, Jeep Grand Cherooke, BMW X5, Porsche Cayenne) sino que mejora para transformarse en un vehículo estupendo.

Si bien está fabricado sobre la base de la generación anterior, el nuevo no sólo es más largo y ancho que su predecesor, sino que brinda un aspecto más corpulento y robusto que lo transforman en un modelo un tanto menos discreto, sobre todo por las nuevas luces de LED delanteras y traseras (con ópticas mucho más grandes). Tanto el aspecto como el estilo de conducción resulta eminentemente americano, pues resulta pensado para las amplias carreteras de Estados Unidos y los gustos locales.

Así, la firma de la estrella sigue a pie firme su camino que solo ella logra conjugar a la perfección logrando vehículos discretos, respetando su público, pero a la vez modernos y de alta cualidad y rendimiento.

En esa línea, el ML nuevo es suntuoso pero enfocado en un uso urbano, tal como lo fueron las anteriores versiones. Está más preparado para la carretera que para el off road puesto que sus suspensiones no son muy holgadas y el perfil del neumático (en esta versión 350 con kit AMG) demuestran su voracidad más por la ruta que por la arena. Es lógico que así sea, puesto que la mayoría de los compradores solo lo utiliza para con objetivos 100% de asfalto. Eso no quita que la tracción integral funcione de maravilla cuando se lo requiera.

El motor sigue rugiendo típicamente como los SUV de la marca, aunque ahora con unos 30 caballos más, superando apenas los 300. Se destaca por tener potencia a todo régimen y suavidad de desplazamiento a marchas constantes, mientras que en las partidas detenidas y los reprises destaca su músculo, haciendo notar su presencia. Obviamente que a este concepto de vehículo logra buenas prestaciones dinámicas y, más allá de los asistentes electrónicos, una buena estabilidad. En todo momento ello se traduce en confort para sus ocupantes.

Otro punto a destacar es que Mercedes-Benz sigue apostando a la calidad, y no solo mantiene los estándares sino que muestra mejoras en algunos aspectos. Las terminaciones son impecables y el lujo sobrio se destaca en el habitáculo.

El confort de siempre acompaña a esta camioneta, con butacas donde el respaldo ajusta lo correcto y las posibilidades de regulaciones eléctricas son infinitas (como siempre) el conductor se siente en una posición más elevada que casi cualquier otro auto o camioneta que circule y brinda gran seguridad gracias a la correcta visibilidad y a los sensores múltiples que colaboran en el uso del portentoso ML. Dentro de esta órbita se encuentra bien lograda la continuidad del apoyabrazos (de uso real) y la “ruedita” con la cual se comanda la computadora que contiene no solo el GPS, sino la radio, y demás funciones del auto; por ello resulta importante esta postura natural que ha logrado la marca para acceder a uno de los lugares más usados dentro de la unidad.

Está claro que con su altísimo valor solamente puede presentarse un vehículo exclusivo y sin fisuras, como lo es este SUV. Sin embargo poco es lo que se le puede criticar al buque insignia de la marca en camionetas y en el país (pues existen modelos más grandes como el GL), porque sobrepasa las expectativas (no coincidimos con el uso de neumático de repuesto temporal), aunque no siempre el precio es determinante de los verdaderos estándares del vehículo. Mercedes-Benz, sí cumple con el costo-beneficio en la ML.

Este costo está asociado no solo al “valor marca” sino a un completísimo arsenal de equipamiento en seguridad, confort y “chiches” –además de la calidad general- que elevan su precio indefectiblemente. Sería tedioso nombrar la configuración, pero los DVD en las plazas traseras con auriculares inalámbricos, el cierre del portón trasero con botón o los asientos en pana y cuero cosido, la iluminación interior nocturna, el tacto del volante nunca nos hacen olvidar que estamos en un vehículo que marca la diferencia.

Como ninguna otra, la deportividad, la sobriedad, tecnología y el estilo se fusionan en una nueva ML, vuelve a tomar la delantera en su segmento.

A sólo unos días de su lanzamiento comercial, Conduciendo.com manejó, como primicia, la nueva Mercedes-Benz ML 350.