Test: Chevrolet Onix LTZ
Entre la masiva renovación de los productos de GM en el país se sumó el Onix que llegó para competir con el Gol Trend con un diseño novedoso, buen equimamiento de confort y un precio que seduce.
En estos últimos meses Chevrolet ha cambiado la estrategia en el país. Por esta razón, si nos ponemos a enumerar los modelos que la marca ha incorporado en el mercado en estos últimos meses estaríamos un largo rato. Por supuesto esta jugada, está pensada y estudiada para ganar clientes con diferentes productos en un mismo segmento. Es así como, en los vehículos hatch de «entrada», la oferta, que antes tenía a un representante por espacio, se agrandó con el Celta 3p y 5p, el Agile, el Spark y el Onix, el modelo que pusimos a prueba.
Con tanta disponibilidad en los vehículos de Chevrolet, la pregunta surge por si sola: ¿Cual es el objetivo del Onix? Claramente, la busqueda de la marca del moño dorado está en encontrar a los clientes de los productos compactos de Volkswagen, el Gol Trend y el Fox. Para lograr su cometido, ofrece muchas similitudes con los modelos de la automotriz alemana.
El Onix continúa el proceso de renovación de la línea Chevrolet en la región. Basado en la arquitectura global que generó modelos como Sonic y Spin, llega para mostrar nuevos estándares de manejo, ergonomía, diseño y confort.
Producido en la Planta de Gravataí, Brasil, el Onix cuenta con materiales que están en la «media MERCOSUR». A pesar de que los plásticos tienen buena terminación, algunos encastres no están bien recortados. Es rara, y los clientes deberán acostumbrarse, a la posición del tirante interno para el cierre y apertura de la puerta que está por debajo de lo habitual. El tapizado es mas bien juvenil y en la versión LTZ, probada por Conduciendo.com, ofrecía costura de color.
El tablero de instrumentos sigue con la línea novedosa de Chevrolet que muestra una cuenta vueltas analógico y un velocímetro digital. A su vez, la configuración de la consola central es más novedosa que lo habitual con la incorporación de la pantalla táctil de siete pulgadas que ofrece el sistema MyLink de información y entretenimiento que combina múltiples opciones con una interfaz rápida y un tacto intuitivo. No tan bien ubicada por cuestiones de diseño y la omisión del volante multifunción hacen que en marcha la interacción con la pantalla se más complicado de la habitual.
Siempre es dificil opinar sobre el diseño de un vehículo y por eso acudimos a otras miradas para saber lo que piensa la gente. De esta manera nos dimos cuenta que lo que sentiamos nosotros es realmente lo que paso con este modelo. Las opioniones fueron todas positivas y más de uno pregunto el precio para saber si podía comprarlo.
Las líneas exteriores muestran un salto notable con respecto a los anteriores modelos de Chevrolet fabricados en la región. Las terminaciones con espejos y molduras color carrocería y las llantas de aleación bitono de 15 pulgadas, le dan una mezcla de deportivo y juvenil que nos parece un acierto para el segmento que está apuntado.
El interior se ve beneficiado por la distancia entre ejes de 2528 cm. que le da un buen espacio tanto en las plazas delanteras como en la traseras. Además, y a pesar de ser un vehículo pequeño, la altura del techo para los ocupantes de la segunda fila no es tan acotada. La posición de manejo es algo alta y puede ser complicado para las personas que están por encima de la media habitual. Para poder resolver esta situación, la butaca, al igual que el volante, cuenta con regulación en altura. Tiene un baúl de 280 litros de capacidad que está en la media del segmento.
La motorización es el conocido naftero de 1.4 litros y 8 válvulas que desarrolla una potencia máxima de 98 caballos. A pesar de tener un tiempo en el mercado, en otros modelos, este impulsor fue mejorado con el paso de los años. Combinado con la transmisión manual de cinco marchas, el consumo en ciudad nos dío cerca de los 9,5 litros cada 100 kilómetros y en ruta, a una velocidad promedio de 120 kilómetros por hora, estuvo por encima de los 7 litros cada 100.
Definitivamente, el confort de marcha es bueno. A altas velocidades en ruta, el motor casi no se escucha gracias al buen trabajo de la insonorización y a que el régimen de las revoluciones por minuto es bajo. A su vez, en ciudad ofrece buena respuesta en las primeras marchas. Se lo nota estable y con poca tendencia a sufrir los vientos laterales.
Para poder competir en uno de los segmentos de más participación, Chevrolet dotó a la versión LTZ del Onix con un sistema de audio y multimedia con reproductor de radio AM/FM/MP3 con cargador para CD, USB, Bluetooth y conexión auxiliar. Otro detalles de confort son las ventanas eléctricas, el aire acondicionado, el cierre centralizado de puertas por comando a distancia, los espejos exteriores eléctricos, la computadora de abordo y, el ya mencionado, MyLink. Dentro de lo que podría mejorar es la incorporación de un volante multifunción y el sistema de apertura de baúl que es obligatorio el uso de la llave. -ver ficha técnica-
Creemos que el equipo de seguridad es el correcto si se tiene en cuenta el precio del vehículo en el mercado. El Chevrolet Onix cuenta con el sistema de frenos ABS (antibloqueo) con EBD (distribución de la fuerza del frenado electrónicamente), los faros antiniebla delanteros, el indicador de cinturón de seguridad no colocado y airbags para conductor y acompañante. La garantía es de dos años sin limite de kilometraje y equipa un auxilio temporal en el baúl. -ver ficha técnica-
Chevrolet incorporó al mercado varios productos que le darán al próximo cliente de vehículos 0km. un abanico de posibilidades que antes no tenía. Claramente en el segmento de los más pequeños la apuesta más fuerte está puesta en el Onix que un precio tentador ofrece un buen equipo de confort, lo básico en seguridad y un novedoso diseño.