Cambios para el Volkswagen T-Cross
Este pequeño SUV de Volkswagen, el T-Cross, muestra su nuevo aspecto que lo emparenta con el resto de la gama además de sumar algunos detalles de confort.
El SUV de entrada de gama T-Cross, ha presentado un restyling luego de algunos años de comercialización por parte de Volkswagen.
A simple vista se ha retocado la grilla y los grupos ópticos LED con un estilo que lo arriba a otros SUVS de la marca. Los paragolpes también cumplen su parte con aires más deportivos más si se tiene en cuenta que la versión de las imágenes es la R-Line.
Con el sector posterior del T-Cross ocurre lo mismo, es decir, faros aggiornados con nueva firma lumínica más moderna.
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Más colores se han sumado a la paleta entre los que se encuentran el azul Clear metalizado, rojo Kings y amarillo Grape. Las llantas, según la versión puede comprender las 16 y 17 pulgadas.
Pero esto no es todo para el Volkswagen T-Cross ya que también “ha tomado la sopa” para crecer de largo en 2,7 centímetros frente a su antecesor, con un total de 4,14 metros. La distancia entre ejes es de 2,56 m.
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Una vez a bordo, se ha revisado el interior con una mejora de las terminaciones y materiales además de agregar de serie el tablero digital. La pantalla multifunción central flotante pulgadas se acopla y por debajo posee los mandos para la climatización.
Por otra parte, el mecanismo de motorización se inicia con un bloque 1.0 TSI de 95 caballos de potencia, otro de 116 CV y por último el más poderoso 1.5 TSI de unos 150 CV. Según el caso se pueden asociar a una caja de velocidades manual de seis posiciones o automática DSG de siete marchas, todos con tracción delantera.
