Para Smart, el tamaño no importa
En el crash test realizado por la compañía alemana, el habitáculo del Fortwo no sufrió deformación alguna durante el impacto a 50 km/h ante un Mercedes-Benz Clase S sedán.
Hace unos días atrás, cuando te informábamos acerca del lanzamiento de las nuevas generaciones de los Fortwo y Forfour, hicimos hincapié en que Daimler no sólo se había preocupado por mejorar la habitabilidad, el confort, la estética y la mecánica de sus flamantes urbanos; sino que además se había dispuesto a elevar las condiciones de seguridad. Bueno, ahora te revelamos una serie de fotos, videos e información que la compañía publicó sobre la prueba de choque que llevó a cabo con su nuevo biplaza.
A fin de demostrar sus logros conseguidos, Smart realizó un crash test frontal entre un Fortwo y un Clase S sedán, algo así como David contra Goliat, puesto que uno es considerado como uno de los vehículos más livianos del mercado (pesa 1,124 kg) y el otro es uno de los más pesados (pesa 2,308 kg). Este examen se llevó a cabo a una velocidad de 50 kilómetros por hora y tuvo una superficie de impacto del 50 por ciento.
Los resultados arrojados por esta prueba son más que satisfactorias para el pequeño citadino dado que las zonas de deformación programada cumplen con su rol, el habitáculo queda intacto y la salud física de los dos pasajeros no parece tener alteración alguna. Un elemento clave para esto es sin dudas la célula de seguridad de Tridion, la cual está compuesta por materiales de altísima resistencia y forma parte de los Smart desde desde la primera generación en 1998. Vale destacar que en el video se observa como las puertas se pueden abrir sin problemas tras el impacto.
Si bien esto no deja de ser un ensayo interno que no tiene gran validez, a la espera de las pruebas que puedan llegar a realizar los distintos organismos de seguridad vial (EuroNCAP, LatinNCAP, NHTSA, CESVI o IIHS, entre otros), sí augura buenos resultados y ratifica que, al menos en esta circunstancia, el tamaño no importa.