Test: Volkswagen Scirocco 1.4 TSI

Junto al VW Golf GTI, esta coupé, que se destaca por su diseño deportivo y su comportamiento dinámico, conforma la exclusiva línea deportiva de la marca.

Pruebas | conduciendo | 12/09/2013 | Compartir

La tercera generación del Volkswagen Scirocco poco tiene que ver con sus antecesores. Debido a la cantidad de años que pasaron entre versiones, más de quince, no se pueden comparar, pero se pueden igualar en cuanto a lo que pensó la marca alemana para esta destacada coupé.

Al igual que las generaciones anteriores, este último Scirocco, que nació en 2008 en Europa y llegó al país recien a mitad de 2012, fue desarrolado para ofrecerles a los clientes una opción con respecto al Golf GTI. Aunque hayan pasado muchos meses desde su lanzamiento mundial hasta su llegada al mercado nacional, esta coupé no ha perdido la sensación de algo novedoso para la industria. En definitiva, un vehículo poco comparable con el resto.

Conduciendo.com tuvo los posibilidad de probar la versión 1.4 TSi con doble sobrealimentación -turbo y compresor- que alcanza unos 160 caballos de potencia máxima y se acopla con una transmisión manual de seis marchas. Además, en el mercado se ofrece el mismo impulsor con caja DSG o el propulsor de 2.0 TSi de 211 CV que ya probamos en el Test del Golf GTI.

La respuesta de la unidad es excelente y progresiva, gracias a que hasta las 2500 revoluciones por minuto trabaja un compresor exclusivo para bajas revoluciones y de ahí en adelante se acopla el turbo para mantener una aceleración perfecta. Esta combinación le da una velocidad final supera los 210 Km./h con un consumo medio que esta promediando los ocho litros cada cien kilómetros.

El equipo de suspensión fue trabajado para la conducción dinámica y deportiva. Teniendo en cuenta estas cualidades, el confort de marcha en ciudad no es el deseado para el uso diario. Claro está, que su lugar en el mundo es en la autopista porque su trabajo es perfecto. A altas velocidades, el Volkswagen Scirocco es estable tanto en curvas como en rectas.

Configurado sobre la plataforma del Golf de quinta generación -¡si, quinta!-, el diseño despierta miradas, gracias a su estilo robusto y deportivo. Los neumáticos de perfil bajo de 18 pulgadas, que en el andar citadino marcan todas las irregularidades del camino, complementan la línea de cintura pronunciada que termina con el ensanchado pronunciado de los pasos de ruedas. La parte trasera es la mas conflictiva -habitual que pase en los coupé- porque su estética hace que la visión trasera no sea buena para el conductor.

Su interior mantiene la línea más novedosa de la marca, al igual que el Golf GTI de sexta generación. Con algunos tintes deportivos pero sin salirse de lo convencional, la consola central mantiene un diseño simple que destaca algunos detalles en plata. En la consola central se ubica la pantalla táctil donde se muestra la computadora de a bordo y las opciones del sistema de audio que cuenta con cargador para seis CD. La calidad de todos los materiales esta a la altura de la alta gama de Volkswagen.

La butaca deportiva es realemente confortable con una posición baja de manejo, bien al estilo del vehículo. Aunque la posición de conducción se encuentra facilmante, creemos que las diferentes regulaciones, que son manuales, deberían ser eléctricas. Las dos plazas traseras tiene un buen espacio tanto de ancho como de altura -si ponemos la vara a la altura de todas las coupé deportivas, pero es relamente dificultoso el ingreso a ellas. -ver ficha-

En cuanto a capacidades, tiene un taque de combustible de 55 litros y el baúl está en los 292 litros, buen número para un modelo coupé. El habitáculo, que dispone de guantera refrigerada, cuenta con pocos espacios portaobjetos.

El equipamiento es uno de los ítems más cuestionables de la versión testeada por Conduciendo.com. Esta opción entrada de gama, sin ningún tipo de agregados de manera opcional, contaba con conexión auxiliar, volante multifunción, reproductor de radio AM/FM con cargador para CD, lector de tarjetas tipo SD y pantalla delantera multifunción. El sistema multimedia puede ser completado con Bluetooth y navegador satelital, pero hay que sacar unos pesos más del bolsillo. -ver ficha-

A diferencia, el confort para los ocupantes tiene un buen nivel. Entre los más destacados se puede nombrar el Sistema Keyless Acess que permite el ingreso y el arranque del motor sin llave, el espejo día y noche eléctrico eléctrico y el climatizador bi-zona.

En segurida también es muy completo. El equipo cuenta con seis airbags (delanteros, laterales y de cortina), control de estabilidad (ESP), control de tracción (TCS), ganchos ISOFIX para ajustar silla de niños y arranque en pendientes.

Llegado de Portugal, el Volkswagen Scirocco se coloca como una nueva variante para el mercado nacional. Son pocos los que dudan de sus cualidades estéticas y deportivas, y eso hace que sea una opción considerable para cualquier comprador que busca en ese segmento (poco explotado en el país).

Como deciamos en el principio del test, el Scirocco es un modelo poco comparable con el resto de sus «competidores». Los vehículos más cercanos que se pueden encontrar son el Hyundai Genesis Coupé y Toyota 86, que en precio coinciden pero creemos que sus estéticas son algo diferentes al producto alemán.

En conclusión, pensamos que el cliente del Scirocco esta bien marcado y algunos faltantes en su equipamiento no van a ser termómetro para su compra. Habrá que gastar cerca de 200 mil pesos, pero estamos seguros que «su» usuario no se va a arrepentir.