Test: Volkswagen Sharan 1.4 TSI Comfortline

El familiar más importante que ofrece la firma alemana en el mercado nacional se destaca por su buen nivel de equipamiento, su eficiente motorización, su comodidad y, sobre todo, por su gran versatilidad.

Pruebas | conduciendo | 12/09/2013 | Compartir

En Conduciendo.com tuvimos la posibilidad de ponernos al volante, durante una semana, de la Volkswagen Sharan, una van de importantes dimensiones, ideada netamente para transportar de la formá más cómoda posible a una buena cantidad pasajeros, e incluso para satisfacer las necesidades de una familia bien numerosa.

Ya sea por moda, estética o rendimiento, lo cierto es que los integrantes del segmento familiar no son los que cuentan con mayor publicidad en el mercado nacional; sin embargo, aquellas personas que acostumbren a viajar en grupo deben prestar mucha atención a esta gama, dado que hay varios modelos a tener en cuenta, como la mismísima Sharan, el Ford S-Max, el Chrysler Town & Country y el Citroën Grand C4 Picasso.

En lo que respecta al ejemplar alemán, por fuera se distingue claramente al lenguaje de diseño de la marca, es decir, un sector delantero dotado de líneas horizontales, parrilla cromada con el logo VW en el centro, faros trapezoidales de halógenos y una entrada de aire inferior con faros antiniebla a los costados. Sobre el lateral de la carrocería, en la parte media, figuran dos puertas corredizas de importante tamaño que permiten acceder de la mejor manera a las últimas dos filas de asientos. La amplia capacidad vidriada reduce los puntos ciegos y mejora la imagen.

Estética al margen, vamos a dirigirnos hacia adentro de la cabina, donde a nuestro parecer la combinación entre el espacio y el confort es admirable y lo más ponderable del vehículo en sí. Gracias a la buena distancia entre ejes (2919 mm) hay lugar suficiente para que todos los pasajeros viajen de la mejor forma posible. Quizás la tercera hilera sea la menos beneficiada con el espacio para las rodillas, pero se puede solucionar ubicando allí a los más pequeños. En los respaldos de los asientos delanteros se ubican mesas plegables que pueden servir a la hora de querer comer algo durante el viaje o para que los niños apoyen sus juguetes. La existencia de salidas de aire sobre las ventanillas permiten que en épocas de temperaturas altas, no sea necesario esperar a que llegue la ventilación del frente.

A favor del conductor, la regulación del volante y de la butaca permiten encontrar de manera sencilla la ubicación correcta. Los mandos de la radio, del sistema Bluetooth y de la computadora de a bordo ubicados sobre el volante hacen que no sea necesario sacar la vista de la ruta para sintonizar la emisora deseada, ajustar el volumen, recibir una llamada y enterarse del estado del vehículo. Algo similar sucede con la palanca que controla la velocidad crucero, ya que se encuentra unida a la columna de dirección, por lo que es de fácil acceso. Además, el amplio espejo retrovisor con ajuste automático antideslumbrante no deja que se escape ningún detalle de lo que sucede por detrás, más allá de que estén todas las butacas ocupadas.

Cuando todos los asientos están en su debida posición (distribuidos de forma 2+3+2) queda un total de 300 litros de capacidad en el baúl, cifra que puede llegar hasta los 711 si se rebate la tercera hilera y escalar a 2.297 si sólo se utilizan las butacas delanteras. El sistema «Easy Fold» entrega la posibilidad de ampliar el espacio para carga, pudiendo abatir los asientos completamente y ocultarlos bajo el suelo del vehículo o a nivel. A esto nos referíamos cuando mencionábamos la palabra “versatilidad”.

Fiel a los representantes más modernos de la familia Volkswagen, los materiales son sensibles al tacto y de buena calidad. Existe una inmensa cantidad de sitios portaobjetos, ya sea en el torpedo o en los laterales de las puertas y hasta en el techo. Que el descansabrazos central pueda adecuarse hacia arriba y hacia abajo es otro punto que contribuye con la comodidad. Lo mismo pasa con la disposición de los elementos, tales como los controles de los espejos exteriores, de los levanta vidrios, los mandos del climatizador de doble zona, los desempañadores y el freno de mano electrónico.

Párrafo aparte merece la pantalla touchscreen a color, que no sólo refleja las funciones de la radio, sino que es la encargada de portar el GPS. Todo este sistema es intuitivo y, ya sea a través los botones laterales o la rueda central o simplemente el dedo índice, resulta cómodo y simple de manejar. Es para resaltar que cada vez que la voz del navegador realiza una indicación, el volumen de la música disminuye automáticamente.

Si tomamos en cuenta el valor del vehículo, supera los 250 mil pesos, resulta extraña la ausencia de un techo corredizo, de mayores regulaciones eléctricas, de un puerto USB y hasta de una cámara posterior que complemente a los sensores de estacionamiento; aunque no hay que olvidar que algunos de estos detalles son parte del equipo de serie del tope de gama, la 2.0L TSI Highline. No hay que perder de vista que la Sharan integra un grupo de camionetas caras, y que su valor es cercano al de la competencia.

En lo que respecta a la mecánica, la versión testeada equipaba un motor de 1.4 litros TSI que genera una potencia máxima de 150 caballos y que permite alcanzar, según la automotriz, una velocidad tope de 197 km/h, número más que aceptable para una Van. A causa de su peso, 1800 kilos, y de su estructura, puede resultar algo perezoso a la hora de la salida y no es muy ágil, pero es algo lógico. Una caja manual de seis velocidades completa el conjunto. El indicador de marcha, la cantidad de cambios de la transmisión y el sistema Start & Stop hacen que las revoluciones nunca sean elevadas, que el andar sea estable y que el gasto de combustible no sea elevado.

Para resguardar la seguridad de los pasajeros, Volkswagen dotó a este modelo con ocho bolsas de aire (dos frontales, dos laterales delanteros, dos de cortina y dos para las rodillas del conductor y el acompañante), controles de estabilidad y de tracción, detector de fatiga, ganchos ISOFIX, apoyacabezas en todas las plazas y señal sonora y luminosa de cinturones sin abrochar.

Todos estos atributos hacen que la Sharan se posicione como una de las mejores opciones en su rubro, ya que a pesar de algún que otro faltante mínimo, tiene importantes características de confort y lujo.