Test: Toyota SW4 Tdi Cuero

Con una pequeña renovación tanto en el exterior como en el interior, la nueva SW4 mantiene la misma robustez de sus antecesores.

Pruebas | conduciendo | 29/02/2012 | Compartir

Después de diez años en el mercado, la Toyota SW4 continúa con las exclusivas caracteristicas que la colocaron como el SUV más vendido del país. Esta robustez que siempre identificó al modelo de la marca japonesa perdura por los años a medida que su diseño va cambiando poco a poco.

Las modificaciones más marcadas de sus líneas exteriores en la parte frontal se pueden ver en la toma de aire, que ahora tomó mayor dimensión en una posición central, en la parrilla en forma de trapezoidal invertida con barras cromadas horizontales y en las ópticas con faros de xenon con lavafaros y regulación del altura automática.

A su vez, la fascia trasera no se ha tocado mucho pero cuenta con un nuevo grupo óptico con una cubierta traslúcida con contornos circulares y el paragolpes y el portón trasero han cambiado su formato para estar más integrado a toda la línea del modelo. En definitiva, para Conduciendo.com los cambios han caido algo mejor para la parte delantera.

En su interior, el tablero de instrumentos recibió pequeños retoques con contornos cormados y la consola central muestra una novedosa pantalla multifunción táctil de 6,1 pulgadas que informa toda las aplicaciones del sistema de audio -Bluetooth, USB, iPod y iPhone-. Esta misma es la que proyecta la imágen de la cámara retrovisora cuando se coloca la marcha de retroceso.

La definición del interior ha resultado en un mix de accesorios novedosos -como la pantalla- con partes añejas como el reloj digital de luces verde agua de los años 90. La unidad probada por Conduciendo.com, la SRV Cuero MT, contaba con tapizados de cuero y climatizador simple que con salidas de aire para las plazas traseras.

En la parte mecánica podemos destacar que se desenvuelve de muy buena manera en el transito urbano aunque no sea su habitat natural. En la ruta con un andar realmente atractivo y, claramente, su mejor desempeño lo realizó en el pequeño tramo off-road. Su motor gasolero de 3.0 litros y 171 caballos de potencia se amolda a cualquier superficie.

El manejo es placentero. En ciudad los baches se sienten dada la configuración -para otro tipo de superficies- de la suspensión y de los neumáticos de 265/65 R17. En las plazas traseras es donde más se intensifican los saltos y la reproducción de todos los desniveles del asfalto. A pesar de eso, la posición de manejo se encuentra de la mejor manera y de una postura alta -algo esperable para este tipo de vehículo-.

El apartado de seguridad, incluye nuevos equipamientos activos que permiten minimizar los accidentes como los controles de estabilidad y de tracción y los sistemas de distribución electrónica de la frenado y la asistencia. Además, ahora cuenta con ocho airbags, gracias a la incorporación de los laterales y los de cortina.

Su capacidad interior es una de sus mayores virtudes. Esta claro que cuando un modelo tiene capacidad para siete pasajeros tiene como problema el volumen que pierde para el espacio de carga, pero su la tercera fila no está abatida el lugar destinado al equipaje es realmente amplio. La capacidad de los últimos dos asientos es justo para una persona adulta pero cómodo para que los niños viajen. Todas las plazas, exceptuando la del medio de la segunda hilera, cuenta con cinturones inerciales.

En tiempos de las licencias no automáticas para la industria automotriz, la producción nacional de la SW4 es un punto a favor muy influyente con respecto a sus competidores. El suministro de piezas y diferentes repuestos estará más al alcance de la mano para los futuros clientes.

Cabe destacar que aunque tiene algunos faltantes en cuanto al confort, como la omisión del techo solar eléctrico, la SW4 se destaca por su confiabilidad general y la experiencia adquirida en estops diez años de vida.

En definitiva, un modelo que con el paso de los años mantiene sus excelentes cualidades pese a ser renovado en su exterior e interior. Un vehículo que conserva a sus clientes históricos porque saben que, lo que ellos buscan, la SW4 se lo brinda.

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