Test: Ford Mustang GT

Conduciendo.com tuvo el agrado de probar el clásico y poderoso modelo de la firma del ovalo que equipa un motor de 315 caballos de potencia.

Pruebas | conduciendo | 23/11/2010 | Compartir

El clásico americano llego a los mandos de Conduciendo.com. El equipo pudo probar las cualidades del poderoso motor y sus tendencias retro modernas del diseño exterior y el interior.

Las líneas superficiales del Ford Mustang GT 2010 es muy similar a su antecesores, excepto en algunos detalles que lo hacen más deportivos y musculoso, como las terminaciones de los faros y la enérgica insignia delantera. De esta manera, Conduciendo.com cree que la firma, más allá de las similitudes con sus anteriores versiones, ha dado un pequeño salto en el diseño, gracias a las afinaciones y toques de un autentico súper deportivo.

Su interior refleja el mismo diseño moderno y clásico del exterior, con unas cómodas butacas deportivas. Cuando hablamos del estilo retro nos referimos a los relojes circulares del tablero (como se usaba en los años 60) y a la palanca de cambios con un pomo distinto. La consola central le da el toque moderno, con la inclusión del sistema SYNC de activación por voz y las terminaciones limpias mezcladas con detalles cromados.

Debajo del capó, está el condimento de este súper deportivo. Equipa un picante motor de 4.6 litros que desarrolla una 315 caballos de potencia, asociado a una transmisión manual de cinco velocidades. Una vez sentado a los mandos, se siente que estas sobre un impulsor de más cilindradas gracias al sonido que reproduce y a los abruptos movimientos que logra.

A la hora de manejarlo, notamos los grandes neumáticos 235/55/R18 que le dan un gran control y estabilidad, y ayudan al vehículo a lograr el límite de velocidad con una condición de transito realmente segura.

En definitiva, el Ford Mustang GT 2010, cuenta con un sinfín de avances tecnológicos, un propulsor acorde y un diseño exterior e interior, que lo marcan como un automóvil a tener en cuenta cuando esta la posibilidad de comprar un muscle car.