Test: Chevrolet S10 200CV 4×2
Al espacio interior, la buena suspensión y el agradable confort de marcha, la S10 sumó un rendidor motor de 200 caballos. Ahora, junto a la Ford Ranger, es la más potente del mercado.
Hace poco tiempo atrás probamos la Chevrolet S10 y nos pareció una pick-up que estaba a la altura de toda la gran renovación de modelos que se dio en 2012. En el transcurso de estos dos años que pasaron, todas las marcas realizaron algún tipo de modificación en sus productos para poder liderar las ventas de este segmento que creció deliberamente.
A fines de 2013, cuando se impuso el «impuesto a los bienes de lujo», llegó un nuevo «plus» para este tipo de vehículos. Consideradas como «una herramiento de trabajo» las pick-ups quedaron al margen del «Impuestazo» y así lograron aún más importancia en un mercado que en lo que va del año bajó casi un cuarenta por ciento.
Chevrolet mejoró a la S10 en dos puntos que los clientes hacen mucho hincapié a la hora de comprar un vehículo. Una de las actualizaciones se dio en el equipo de confort que incorporó la pantalla multifunción en la consola central con el sistema My Link. La otra novedad, aún más importante, son los 200 caballos de potencia (antes tenía 180CV) que equipa el motor turbodiesel de 2.8 litros y la transmisión manual de seis marchas. Esta última actualización hizo que la pick-up de General Motors sea las más potente del mercado, junto a la Ford Ranger.
Justamente el motor fue le centro de atención en la prueba de Conduciendo.com. Este mismo 2.8 Turbodiesel CTDI recibió algunas mejoras técnicas para alcanzar una potencia máxima de 200CV a 3600 revoluciones por minuto y aumentar el torque hasta los 440Nm. Estas modificaciones en la motorización se lograron a partir del nuevo sistema de inyección y la calibración del turbo de geometría variable. Para completar todo el cambio mécanico, Chevrolet colocó una nueva transmisión manual de seis velocidades con pasos de marchas cortos y marcados.
Sacando conclusiones de la conjunción de estas innovaciones, la Chevrolet S10 ha dado un gran salto de calidad en cuanto a confort de marcha y potencia. A pesar de ser sólo veinte caballos, en sexta marcha a unos 130 kilómetros por hora (en ruta) no se siente ningún ruido y vibraciones porque el motor va por debajo de las 3000 rpm. Esta combinación también hace que se optimice el consumo de combustible. Los números indicaron que en 100 kilómetros el modelo gasta poco más de diez litros.
El diseño mantiene las líneas globales de GM. La versión a prueba, la LTZ, muestra paragolpes delantero y trasero color carrocería con detalles cromado, espejos exteriores cromados abatibles electrónicamente con guiño incorporado, manijas de puerta y molduras cromadas en la parrilla delantera y laterales, llantas de aleación de 17 pulgadas, rieles portaequipajes y estribos.
Su equipamiento es uno de los más completos en el segmento. Entre lo más destacado podemos nombrar la computadora de abordo, el control de velocidad crucero, el tapizado y el volante de cuero, el asiento del conductor con regulación eléctrica, el asiento trasero abatible 60/40, el climatizador automático de una vía y los comandos de audio en el volante. –ver ficha técnica–
La otra gran novedad se da en la consola central con la pantalla táctil de siete pulgadas que ofrece el sistema MyLink de información y entretenimiento que combina múltiples opciones con una interfaz rápida y un tacto intuitivo. Esta versión, tope de gama, ahora incorpora la cámara de retroceso, los sensores traseros y los controles de ascenso y descenso en pendientes.
En cuanto a seguridad, el sistema de serie de la versión LTZ ofrece: frenos ABS (antibloqueo) con EBD (distribución de la fuerza del frenado electrónicamente), controles de estabilidad (ESP) y de tracción (TCS), protección contra impactos laterales, columna de dirección colapsable y doble airbag. Creemos que en la configuración más exclusiva sería bueno que disponga de un sensor de estacionamiento por sus amplias medidas, ganchos ISOFIX y algunas bolsas de aire más. –ver ficha técnica–
El espacio en todas las plazas es uno de sus puntos fuertes. Tanto en la butaca del conductor como en la segunda fila hay un amplio lugar para las piernas y una buena amplitud de altura. Teniendo en cuenta que estamos hablando de una pick-up, la posición de manejo es adecuada y cómoda, aunque el volante carece de regulación de profundidad. A su vez, en la parte trasera pueden viajar tres adultos con total holgura pero hay que tener en cuenta que el ocupante de la posición central no tiene apoyacabeza.
Con el paso del tiempo las pick-ups dejaron de ser vehículos de trabajo para transformarse en modelos de uso cotidiano. En la última renovación del segmento, todas las marcas han hecho hincapié en producir una camioneta que mejore su espacio interior y tengo un confort de marcha más agradable.
Hace dos años Chevrolet lanzó la S10 y puso a su pick-up a la altura de sus competidores, pero entre nosotros creíamos que algo le faltaba para ser un destacado del segmento. La inclusión de veinte caballos más de potencia, la nueva transmisión manual de seis marchas y algunos detalles de confort han hecho que el producto pueda dar ese salto que le faltaba para sí colocarse como una camioneta a tener muy en cuenta a la hora de comprar un vehículo para la ruta, el confort y, porque no, para el trabajo.