Mini-lecciones de seguridad vial II

Segunda entrega: Mantener tres segundos de distancia evita los choques en cadena.

Interés General | conduciendo | 16/02/2012 | Compartir

Luego de la primera entrega de esta serie de mini-lecciones de seguridad vial en la cual hemos repasado la importancia de no llevar elementos sueltos en el habitáculo del automóvil; en esta ocasión abordamos otro ítem a tener en cuenta a la hora de evitar accidentes al volante: mantener la correcta distancia con el vehículo que tenemos delante en el camino.

La ley Nacional de Tránsito, en el Artículo 48, inciso G, detalla la prohibición de “conducir a una distancia del vehículo que lo precede, menor de la prudente, de acuerdo a la velocidad de marcha”.

Al respecto, una campaña de seguridad al volante a cargo de Ford Argentina hace referencia al tópico aquí abordado. “Mantén una distancia mínima en metros equivalente a la mitad de tu velocidad”, recomiendan. El cálculo es sencillo: Por ejemplo, si conduces a 100 kilómetros por hora, se aconseja mantener una distancia de 50 metros respecto al vehículo más cercano.

Desde el Centro de Investigación y Seguridad Vial de la Argentina comparten un tip análogo y de veras útil para aplicar en esta lógica: Mantener una distancia no menor a tres segundos respecto al automóvil más próximo. ¿Cómo reconocer este tiempo mientras se conduce? CESVI lo explica del siguiente modo: “Cuando el paragolpes trasero del vehículo de adelante pase un punto de referencia fijo comience a contar ‘mil ciento uno, mil ciento dos, mil ciento tres’… Cuando termina de contar, el paragolpes delantero de su vehículo debería estar pasando por el punto de referencia elegido. Si pasa la marca antes de terminar de contar, entonces usted se encuentra circulando demasiado cerca del vehículo de adelante, lo que le imposibilitará detener su rodado ante la detención inesperada del vehículo que lo antecede”.

Un dato importante: El organismo de seguridad antes mencionado anota que la distancia debe aumentar a cinco o más segundos ante cualquier factor desfavorable, como calzada mojada o presencia de niebla, entre otras circunstancias.