Mercedes-Benz GLK 300 City

Con una propuesta más asequible la marca de la estrella no deja de llevar confort y un gran motor que lo hace competir con las versiones top de las marcas generalistas.

Pruebas | conduciendo | 20/04/2010 | Compartir

Las marcas de lujo han comenzado hace poco una tendencia que parece no tendrá vuelta atrás. Ofrecen modelos de sus más exitosos vehículos en versiones menos equipadas y a un valor capaz de ser competitivos con aquellos modelos más exclusivos de las marcas denominadas generalista (que no son de lujo).

No es otra la apuesta de Mercedes-Benz con su nueva versión del GLK, el City. No cambia el motor respecto de su versión más equipada, el V6 de 3.0 litros y 231 caballos de fuerza con una transmisión automática secuencial de siete marchas. Este argumento cautivará a aquellos que privilegian la performance por sobre el equipamiento de confort que, si bien esta versión es también elevado, no lo es tanto como los del resto de la gama GLK.

Por ese motivo la respuesta del motor, su andar en carretera y desempeño general se mantienen intactos y, además, será lo más destacable de esta versión, pues equivale a conducir un sedan con un muy buen rendimiento. Por ese lado el comprador no perderá nada con respecto a su hermana de mayor precio.

Obviamente que su nivel de altura lo hace no tan estable en las curvas a pesar de su rendidor motor que lo transforma en muy veloz. Su carrocería preparada para el offroad le permite tener un buen despeje del suelo y unas suspensiones blandas que lo hacen confortable para la ciudad. Se trata de un buen mix entre confort, ciudad, ruta y fuera de carretera no fácil de lograr.

Se destacan las aceleraciones y la suavidad e insonorización en ruta donde podremos explotar la transmisión secuencial en momentos que se requiera potencia para rebasas. El accionamiento es simple y eficaz ya que no falla y es rápida para el paso de los cambios. Otro punto destacado es su dirección, no solo por el gran diámetro de giro, sino también por su suavidad que vale la pena para cualquier situación en la ciudad.

Ahora, sí carecerá de elementos de confort como el techo panorámico, los asientos en cuero genuino (ya que son sintéticos –aunque muy bien logrados-), llantas de mayor diámetros o apliques en madera o aluminio entre otros. Pero, a su vez, se han mantenido algunos puntos importante como el manos libres para el teléfono (Bluetooth), el ya clásico discado con botonera para el teléfono, el cargador para 20 discos compactos frontal o las funcionalidades de la computadora de abordo.

Pero aquellos faltantes no reducirán el confort de marcha ya que es realmente cómoda y amplia para todas las plazas menos para la quinta, que se ubica en el medio de los asientos traseros, que parece más destinada como apoyabrazos, guardaobjetos o reposabazos que como una plaza más ya que es demasiado dura e incómoda para largos viajes.

Luego, el espacio para las piernas y los accesos no merecerán objeción. Los pasajeros de atrás tendrán salidas de aire para toda la fila y la distancia con el techo no será un problema para los más altos.

Su tamaño se mantiene en la sección media de por debajo de la clase M de la marca y su aspecto de crossover no es del todo definido. Depende cómo se lo mire será asimilable a un familiar o a un todo terreno, y esto lo hace valedero en más de una función. Sumado a ello el espacio del baúl es amplio y propicio como para largos viajes familiares.

Su competencia estará dada por vehículos en general un poco más económicos, pero que no poseen en su haber la distinción de Mercedes-Benz que marca la diferencia a la hora de elegir, ya sea por sus antecedentes o por la calidad de construcción Premium.

La City parece ser un acierto que logrará hacer acceder a la marca a nuevos clientes que debían optar por modelos de marcas no premium, pero con ello también accederán a un vehículo muy bien equipado,, de buen calidad y para múltiples utilidades además de ser muy fácil de conducir.