Land Rover LR3
Conduciendo probó la nueva SUV de Land Rover en distintos terrenos y descubrió este gran vehículo familiar.
En la primera etapa de las pruebas, la SUV de Land Rover fue llevada a bosques y terrenos de tierra, donde el vehículo se desempeñó con gran naturaleza, demostrando un gran rendimiento en exteriores y que las superficies rocosas le quedan chicas.
Aunque desde afuera parece una pequeña caja compacta por su forma demasiado cuadrada, todas las partes de su diseño, que no es demasiado pretensioso, tienen su propósito y por dentro cuenta con gran comodidad y varios lujos. Los asientos traseros se reclinan, entregando enorme espacio al maletero, que se abre con una doble puerta; el techo posee tres ventanas, una para cada sector de asientos que además cuentan con sus propios controles de aire acondicionado y levanta vidrios.
Entre las características off road, el vehículo cuenta en la zona de controles con una perilla, muy fácil de manipular, que acomoda al vehículo para las diferentes superficies, ya sea rocosas, arenosas, zonas embarradas, pasto o nieve y el modo normal. A los costados posee dos manijas que controlan la altura del vehículo, con tres posibilidades; y una opción especial para extensiones inclinadas. El freno de mano es simplemente un botón de dos posiciones, lo cual parece práctico, aunque toma tiempo adaptarse a esta peculiar característica.
El tablero tiene un decorado en madera de cada costado muy elegante. Sin embargo, cuenta con demasiados botones en un espacio muy reducido y es todo del mismo color, de modo que no es simple diferenciar e identificar las funciones. Además, redundan los controles de temperatura y los levanta vidrios se encuentran al costado del volante, lo cual es una incomodidad para el conductor.
La computadora puede controlarse mediante la voz y posee una consola telefónica. Si bien la calidad del sonido es estándar, abunda la cantidad de parlantes en distintos sectores. Las comodidades del interior se completan con el gran espacio para almacenamiento también distribuido por distintos sectores, el volante está dotado de controles de velocidad y para el estéreo, además de un joystick para acomodar el propio volante a gusto del conductor. Entre los pequeños detalles, cuentan los arreglos de aluminio y la llave es como una «sevillana», la cual sale del mango al presionar un botón.
El manejo en la calle es también muy agradable y suave, gracias a la buena suspensión. Posee un sensor de aproximación que se activa cuando se está demasiado cerca de otro vehículo. Esto es un poco molesto a veces, pero bastante útil para ciertos momentos de desconcentración. Las grandes ventanas permiten a todos los viajeros disfrutar del paisaje hacia cualquier dirección.
La Land Rover cuenta en esta oportunidad con un motor V8 de 4.4 litros que consume demasiado combustible.
Sin embargo, el vehículo demostró gran agilidad y capacidad para adaptarse a distintas superficies, además de múltiples comodidades y mucho espacio, lo que la convierte en una SUV muy funcional a distintos usos.
Prueba de manejo realizada en los Estados Unidos por Ami Shapiro
Adaptación y redacción en español por Nicolás Fernández