Jeep Liberty 2008
Destinado a un público mayormente joven, la versión 2008 de este clásico ofrece para el cliente mexicano el talento fuera del camino.
La lealtad de Jeep con respecto su filosofía se ha mantenido a través las décadas. Los modelos (ciudadanos) con mínimas aptitudes offroad pueden contarse con una mano. En nuestros días solo el Compass admite esta configuración citadina, y es elegido (estadísticamente comprobado) por mujeres.
La plantilla de vehículos Jeep cumple con todas las necesidades y abarca en su totalidad al cliente deseoso de aventuras. Desde el citado Compass, pasando por el Wrangler y culminando la oferta con el Commander, los productos de la empresa fundada a comienzos de los cuarenta tienen personalidad propia.
El Liberty 2008 reemplaza al modelo de 2001, no obstante sus medidas exteriores no reflejan esta renovación. Mide 4492mm de largo, 1838mm de ancho y 1808mm de alto, es decir, cotas que lo ubican en el segmento de los vehículos recreacionales pequeños-medianos. ¿Sus rivales? Honda CR-V, Toyota Rav 4, Nissan X-Trail, Land Rover LR2, Kia Sorento y Hyundai Santa Fe, entre otros.
Un detalle importante para el Liberty 2008 es la plataforma, que será la base de nuevos vehículo, como el Nitro de Dodge o el propio Patriot.
En cuanto al diseño, la mutación lo ha emparentado al Jefe de la tribu, el Commander. Hereda los trazos firmes y maduros, pero mantiene el toque Liberty, más juvenil. Una demostración de esto es la opción que posee de reemplazar al techo convencional por uno de lona, con movilidad eléctrica. Este opcional sin duda será muy atractivo, ya que permite disfrutar del viento en el rostro, sin llegar a los extremos planteados por el Wrangler. Continuando con el diseño, la línea de cintura fue elevada con respecto al predecesor, lo que depara en cristales más pequeños y mayor sensación de deportividad y seguridad.
El interior no innova, pero tampoco desentona. Butacas eléctricas y tapizadas en cuero son algunas de las opciones más agradables. Con las plazas traseras rebatibles completamente, el espacio disponible es admirable.
El motor, en principio, es el mismo que en la versión anterior: se trata un V6 de 3.7 litros y 214 hp. Está acoplado a una transmisión manual de seis marchas, o una automática de cuatro. El impulsor 2.4 (lo utiliza el Compass) podría sumarse en los meses siguientes de su lanzamiento. La tracción —integral— presenta dos opciones de reductora. La primera es accionada en forma manual (Command-Trac) y la segunda de manera automática (Select-trac 2). Es una elección acertada por los ingenieros de Jeep, ya que el usuario conoce sus expectativas y límites; al seleccionar el modo de tracción, se consiguen mejores resultados offroad. Para que la fórmula de aventuras esté completa, los ángulos de entrada y salida son prudentes, no exagerados.
El equipo de ayudas electrónicas, comandado por el ESP, dispone de nuevos jugadores. El primer es el control de descenso, que mediante la fuerza del motor, y la acción de los frenos, proceden a depositar al Liberty de la manera más suave en el camino. El segundo de los sistemas de ayuda, tiene una función análoga al recién citado, ya que fue diseñado para mantener al coche detenido (dos segundos) luego de soltar el freno.
Los precios en el mercado mexicano precio arranca desde los $289,900 de la versión Sport 4×2 hasta los 385,900 del modelo Limited 4×4 Sky Slider. La nueva estética y las ayudas electrónicas deciden que el Liberty sea un referente indiscutido en el segmento.