Impresión de manejo: Pontiac G5 GT
Mucha diversión y buen nivel de equipamiento.
Tuvimos el placer de manejar la versión más potente –denominada GT- de la exitosa coupe compacta de Pontiac. Con 171 HP de potencia, el modelo nos cautivó desde el principio por sus respuestas rápidas y su agilidad. Como entusiastas del manejo, agradecemos a Pontiac el haber equipado al G5 con caja de cambios manual de 5 marchas (aunque creemos que una sexta velocidad no estaría de más). Como opcional se ofrece una caja automática de 4 marchas.
El motor del G5 GT es un 4 cilindros de 2.4 Lts de la familia Ecotec (la versión base está equipada con un 2.2 Lts). Con doble árbol de levas a la cabeza y cuatro válvulas por cilindro, este impulsor nos satisfizo en todo sentido, incluso hasta en lo auditivo: Su ronroneo grave pero silencioso resultó música para nuestros oídos. El comportamiento dinámico de este GT resulta ideal para aquellos conductores que disfrutan de un manejo vivaz, que no es sinónimo de netamente deportivo. Si esas son las pretensiones del comprador, debe orientar su búsqueda hacia otros vehículos.
Un (o mejor dicho, otro) aspecto a destacar de esta coupe es su alto nivel de equipamiento. A los elementos estandar en el modelo base, como ser el control de estabilidad StabiliTrak, los sistemas de asistencia en ruta OnStar y de radio satelital XM, el aire acondicionado y el pack de ventanillas y cierre centralizado de cerraduras eléctricos, la versión GT agrega: Faros anti-niebla, frenos ABS, llantas de aleación de aluminio de 17¨, butacas delanteras calefaccionadas, volante con botones multifunción, control de velocidad crucero y computadora de abordo. A todo ello puede sumarse además en forma opcional el techo corredizo eléctrico, un sistema de audio Pioneer con 10 parlantes y subwoofer de 10¨ y tapizados de cuero (la unidad que probamos contaba con estos últimos.
En lo que hace a su estética exterior, el G5 tiene una apariencia agresiva, seguramente agradable a todo aquel que gusta de las coupes sport. Su spoiler trasero le brinda un extra de personalidad. La unidad que nos tocó probar era de color amarillo fuerte, lo que contribuía en ese mismo sentido.
En el interior, el instrumental es de lectura sencilla y todos los controles son de fácil alcance, excepto uno: el freno de mano; es imposible accionarlo si no se rebate el apoyabrazos delantero. Nos llamó la atención semejante descuido. Nos gustaba utilizar el apoyabrazos, pero tener que rebatirlo cada vez que estacionábamos nos indujo a dejar de hacerlo. Los acabados plásticos son agradables al tacto y no produjeron ruidos molestos al circular por caminos irregulares.
A pesar de que el G5 es una coupe, Pontiac no descuidó el aspecto practicidad al diseñarlo. Los varios posavasos, las butacas traseras rebatibles y un baúl de nada menos que 323 litros de capacidad resultan sumamente útiles.
Con un precio en los Estados Unidos de U$D 19.980 (todos los gastos incluídos), el Pontiac G5 GT pelea por el liderazgo de un segmento sumamente competitivo, compuesto por vehículos como el Honda Civic, el Volkswagen GTI, el Scion tC y el Mazda 3, entre otros.
Prueba efectuado por Ami Shapiro en Los Angeles, Estados Unidos
Adaptación y traducción al español: Ariel Lotersztein