Ford Mustang Boss 302

Después de más de cuarenta años, vuelve el jefe de los modelos Mustang. Con una producción limitada y mejoras para optimizar el peso, llega el Boss 302.

Especiales | conduciendo | 23/08/2010 | Compartir

Según la marca, la decisión de construir un moderno Boss no fue tomada a la ligera. Esto se debió a que el equipo de ingenieros de Ford consideró que era el momento indicado para poner, otra vez, en el mercado un vehículo de raza, un Mustang sucesor de ese emblemático modelo de 1968.

Para celebrar la herencia de un bólido de carreras, Ford también ofrecerá un número limitado del Boss 302 Laguna Seca, llamada así por el autódromo donde Parnelli Jones ganó la primera carrera en 1970 de Trans-Am. Dirigido a los clientes más interesados en el rendimiento para las pista que para las comodidades, esta versión aumenta la rigidez del cuerpo, una puesta punto de chasis más firme puesta a punto y un exclusivo paquete aerodinámico.

Los cambios en el exterior son sutiles pero inconfundibles. Fiel a su herencia, se han tomado rasgos de diseño del modelo de 1969 y cuidadosamente se han actualizado para darle una actitud adecuada a un “chico malo”.

En la delantera, una única fascia y la parrilla se destacan por el cierre de las aberturas con los dos daros luz antiniebla y el agresivo separador inferior. El divisor frontal está diseñado para funcionar a altas velocidades por la buena gestión administrativa del aire por debajo y alrededor del automóvil. En la parte trasera, el spoiler fue elegido para complementar el tratamiento aerodinámico delantero y minimizar la resistencia global.

En el interior, un único neumático de repuesto, totalmente recubierto en gamuza, complementa los asientos de serie, que se recortan en el paño con un centro de inserción para mantener firmemente los ocupantes en su lugar. Los clientes pueden elegir opcionalmente unas butacas diseñadas por Ford SVT en colaboración con Recaro que comparte con el GT500.

En cuanto a motorización, esta variante totalmente pensada para las pistas, equipa el famoso V8 de 5.0 litros que fue llevado hasta los 440 caballos de fuerza y un torque de 380 libras pies. A diferencia de su antecesor, se han ganado unos 28 CV pero se han perdido unas 10 libras de torque. El logro en poderío se debe a las modificaciones en los sistemas de admisión y escape.

Una versión que trae historia y que la firma cree que las expectativas ya están cumplidas desde el momento que fue probado en el mítico circuito de Laguna Seca y recorrió la vuelta en los mismos tiempos que el BMW M3 2010.