Derrumbe en Museo Corvette: desgracia con suerte
Según a lo informado desde la propia institución, desde que ocurrió el accidente hasta el momento la asistencia aumentó casi un 60% en comparación con el mismo período del año pasado.
En el pasado mes de febrero, el derrumbe en las instalaciones del Museo Corvette que provocó que se cayera el suelo y que ocho ejemplares del mítico deportivo se hundieran en un pozo de 30 pies de profundidad, 25 pies de largo y 45 pies de ancho fue considerado como la mayor desgracia padecida por la institución; sin embargo, parece que semejante catástrofe es más beneficiosa de lo que parece.
¿Cómo es esto? Pues Wendell Strode, el director ejecutivo del museo, le contó al periódico The Detroit News que están pensando en mantener el pozo. “Esto nos supone una ventaja más, pudiendo atraer a gente que quizá no vendría sólo a ver Corvette expuestos. Pensamos que seguirá levantando interés durante un tiempo”.
De hecho, los números revelan que la asistencia aumentó casi un 60% a partir de marzo y hasta el final del mes de junio en comparación con el mismo período del año pasado. Asimismo, aumentaron las inscripciones para las membresías del museo y se elevaron de manera considerable las ventas de merchandising. Camisetas, postales y distintos accesorios relacionados con el hundimiento del suelo son sólo algunos de los elementos de mercadería que hay disponibles.
Sí ya la idea de mantener el agujero es llamativa -no por eso poco inteligente-, el rumor de volver a arrojar a las profundidades a algunos de los Corvette más dañados parece ser la cereza del postre a la hora de crear una nueva atracción permanente.
A pesar de que el momento esto no hay nada decidido y confirmado, Jason Swanson, profesor asistente de la Universidad de Kentucky en administración hotelera y turismo le dijo al mismo diario que esto sería “una buena cosa para mantener algo de esa atracción que pasó, para seguir capitalizando. Poner los coches allí es una gran idea. Permite que la gente vea algo del daño real que se puede hacer por la naturaleza.”
Sin dudas, el daño causado por el derrumbe es una gran desgracia; aunque desde el punto de vista del marketing, esta desgracia puede llegar a traer suerte y ¡dinero!