Conoce al Clase G que busca el verano eterno
Mercedes-Benz avanza en el desarrollo de la versión descapotable del Clase G, un proyecto que combina ingeniería especializada y pruebas en condiciones extremas.
La familia del Clase G encara una transformación histórica. La marca alemana trabaja en el Mercedes-Benz Clase G Convertible.
Más allá de sus virtudes como todoterreno y del lujo que lo caracteriza, próximamente sus ocupantes también disfrutaran de la conducción a cielo abierto.
Un proceso de desarrollo que parte desde la base estructural
Crear una variante convertible de un todoterreno con chasis de largueros implica un reto técnico sustancial. La eliminación del techo obliga a reforzar zonas críticas del bastidor para asegurar que la carrocería conserve la rigidez torsional.
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El desarrollo se centra en un equilibrio técnico delicado. Preservar las cualidades que convirtieron al Clase G en una referencia del off-road sin comprometer la experiencia descapotable.
Pruebas iniciales en Austria: evaluación de estabilidad y rigidez
El programa de validación comenzó en Austria, una región que combina rutas de asfalto, caminos de montaña y superficies naturales donde es posible medir reacciones estructurales clave.
Asimismo, la interacción entre la capota y el marco superior de la carrocería también forma parte del análisis.
La marca busca garantizar que el sistema descapotable mantenga la integridad acústica y estructural incluso en situaciones exigentes, un desafío particularmente complejo en un todoterreno de este tamaño.
Camino a Suecia: exigencias térmicas y tracción en superficies extremas
Tras las pruebas iniciales, la siguiente fase se llevará a cabo en Suecia, donde Mercedes-Benz someterá al prototipo a temperaturas bajo cero y a superficies cubiertas de nieve y hielo.
Esta etapa es determinante para validar componentes mecánicos, sistemas de tracción y elementos cuyo funcionamiento se ve afectado por el frío extremo.
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A esto se suma la verificación de la capota, cuyo comportamiento térmico es clave para garantizar confort interior y resistencia frente a ciclos repetidos de congelación y descongelación.
Otro punto central será la performance del sistema de climatización en un habitáculo expuesto a condiciones invernales severas.
Aunque la marca no detalló el tipo de capota ni los materiales, el objetivo consiste en ofrecer un aislamiento que permita utilizarlo durante todo el año, incluso en latitudes donde el frío marca la rutina.
Diseño anticipado y lugar dentro de la gama
Por otra parte, las imágenes muestran un prototipo que conserva la identidad del Clase G. Formas cuadradas, pasos de rueda prominentes y un frontal vertical que remite a la herencia militar del modelo original.
El reto consiste en introducir el mecanismo de apertura sin alterar la silueta reconocible que distingue al vehículo desde 1979.
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Aunque la firma de la estrella no adelantó datos de motores, es probable que el Mercedes-Benz Clase G Convertible adopte configuraciones de potencia equivalentes a las versiones superiores de la gama.
La propuesta apunta a un público que valora la exclusividad y busca experiencias diferenciadas dentro del sector del lujo automotor.
Todavía la fecha de lanzamiento es incierta, pero el Mercedes-Benz Clase G Convertible de a poco se convierte en una realidad cercana.
