Cadillac CTS

Bello y desarrollado con excelentes materiales, es la alternativa más lógica a las conocida berlinas de entrada a la gama del segmento de lujo.

Pruebas | conduciendo | 09/10/2009 | Compartir

Definitivamente a la vanguardia del diseño y el confort para las marcas de los Estados Unidos, Cadillac no solo es la joya de General Motors, sino su hoja de ruta a seguir por el resto de las marcas del grupo.

El CTS deja claro que puede competirle palmo a palmo a las tres poderosas alemanas de lujo y a las tres japonesas del segmento Premium, sin siquiera envidiarle un poco.

El modelo sigue luciendo tan moderno como los últimos años, pero sin desperdiciar ese aire de tradición y lujo que siempre mantuvo la marca. Sus característicos faros delanteros y traseros, su terminación de cola elevada, el aire de deportividad también le dan un toque juvenil que lo refrescan y lo llevan un poco más cerca del potencial comprador de un BMW Serie 3.

Lo más destacable es su interior y su confort de marcha. Los asientos en cuero se presentan de una manera lujosa y su calidad es alta. La consola central posee un muy buen diseño y termina en la parte superior con un ingenioso touchscreen que se despliega cuando es necesario utilizar el GPS u otras funciones y se esconde en tres cuartas partes para la visualización de la radio sin percatarse que la misma es desplegable.

Su volante forrado en cuero y madera con teclas multifunción y la iluminación de los relojes, terminan de cerrar el ambiente moderno y elegante para un viaje tan cálido en carretera como en ciudad. La insonorización está bien lograda y eso lo hace aún más confortable.

La posición de manejo no tiene reproches y la visibilidad es buena y mejorable hacia atrás, como es común en esta clase de vehículos.

Vale la pena iniciar el viaje con la transmisión automática y disfrutar la secuencial en la ruta, donde sus seis marchas pueden transformar al CTS en un semideportivo interesante para divertirse. El V6 de 304 caballos de potencia y 3.6 litros es óptimo para el modelo, tanto que puede bajar la barrera de los seis segundos para llegar de partida detenida a los 100 kilómetros por hora o las 60 millas/h lo que no es poco.

El automóvil se comporta sin fisuras tanto en curvas como en rectas a velocidad, en tanto el frenado lo hace en forma proporcional a su peso y potencia.

Si a la versión probada le sumamos todos los opcionales posibles (hasta llevarlo casi a los $47.000.- en Estados Unidos, aunque la gama se inicia el los $32.000.-) nos encontraremos con un verdadero arsenal de equipo y confort como la entrada para MP3, sistema marca Bose de sonido, USB, iluminación LED, faros Bi-Xenon, llantas 18 pulgadas, entre muchos otros. Pero sobre todo atraerá la calidad general del CTS.

A veces más cerca y otras más lejos de su competencia directa, Cadillac seguirá siendo la referencia de la cita americana para el lujo automotriz.