Bentley Brooklands
La versión más inglesa de los actuales Bentley arriba con prestaciones de ensueño y un gran motor.
Hablar de la globalización cuando hay un hermoso Bentley en el medio no parece ser correcto, no obstante existen algunas aristas interesantes para analizar.
El Grupo Volkswagen —actual poseedora de Bentley— tiene un mérito muy importante en la creación de este modelo. Los excelsos resultados obtenidos en 2005 y 2006 le dieron un empujón al equipo británico para convertir los proyectos de papel, en realidades de aluminio. Y el Brooklands es un ejemplo concreto de esto: posee un arsenal tecnológico sin precedentes para la marca, pero a su vez mantiene el espíritu tan característico de la B alada.
Por lo general, los casos en que grandes grupos adquirieron empresas de menor importancia, los resultados fueron satisfactorios: BMW con el MINI alcanzó por primera vez en su historia el millón de unidades; y con Rolls Royce se posicionó en un segmento único. Ese en el que compite el modelo que hoy nos ocupa.
Derivado del convertible Azure, el Brooklands es un coupé de cuatro plazas y tres volúmenes. Posee un estilo distinto al de la familia Continental (GT, GTC y Flyng Spur), más tradicional, íntegramente británico y con trazos duros. Con respecto a las medidas exteriores, más de cinco metros de largo y dos de ancho, acomodan a cuatro adultos sin problemas.
El block V8 de Bentley ha evolucionado poco en los últimos cincuenta años. Mantiene la arquitectura y la cilindrada total. Antes era de 6,23 litros y 200 hp; ahora es de 6,75 litros y genera (con la asistencia de dos turbos) 537hp. La cifra más alta en la historia de la marca. El torque es de 1050 nm, un dato realmente impresionante. La tracción es posterior, en tanto que la caja de transmisiones de 6 relaciones y accionamiento manual. No está disponible aún una automática.
Las prestaciones son acordes al peso (2.500 kgs.) y potencia: 290 km/h de máxima y hasta los 100 km/h en menos de 5 segundos.
Un detalle a considerar es la producción que tendrá este modelo: solo 550 unidades. Similar al sistema que utiliza Ferrari para sus ediciones limitadas (F40; F50 y Enzo), el fabricante invita a los compradores a adquirir un Brooklands disponible. No es posible hacerlo de modo contrario. Cada uno es ensamblado en la factoría de Crew, ya típica y con mucha historia.
Con respecto al equipamiento: no posee lujos innovadores (radares de posición; cámara de visión nocturna, etc), pero la calidad y durabilidad no poseen precedentes.