Audi Q7
El Q7 puede llevar hasta siete pasajeros con todo el lujo y el confort con el que la marca alemana tiene acostumbrada a su clientela. Pero también puede salir airoso en terrenos difíciles y, como si esto fuera poco, ofrecer un excelente comportamiento din
Si bien Audi ya había incursionado en el campo de los todoterreno con su modelo Allroad, aquel vehículo mezcla de SUV y wagon, quizás justamente por su hibridez genérica, no logró que el público lo identificara como la real competencia para los SUV de lujo que sí comercializan las marcas premium competidoras de Audi. El Q7 viene a remedar esa falta.
Basado en una plataforma que comparte con el VW Touareg y el Porsche Cayenne (que comparten entre sí algunos paños de la carrocería), el Q7 se diferencia claramente de estos estéticamente.
Gracias a sus siete cómodas plazas de configuración variable distribuidas en 3 filas, su suspensión ajustable en altura y sus potentes motorizaciones, el Q7 es, ante todo, un vehículo versátil.
Comenzando por su veta rutera, el Q7 es un SUV que puede circular en forma muy segura a altas velocidades gracias a su suspensión de altura variable (opcional puede variar desde los 18 hasta los 25 cm de altura) y a sus 2 posibilidades de motorización: El V8 de 4.2 Lts e inyección directa FSI que produce 350 HP de potencia y el V6 3 Lts turbo-diesel con inyección directa y common rail de última generación que eroga 233 HP.
En ambos casos la caja de velocidades es semi-automática Tiptronic de 6 marchas y, como es de esperarse, el Q7 cuenta con el sistema de tracción integral permanente Quattro. El mismo distribuye la fuerza del motor hacia los trenes de rodaje a través del diferencial central Torsen que, en condiciones normales de marcha, entrega un 40 % de la tracción al eje delantero y el restante 60 % al trasero, pero puede modificar estos valores automáticamente según las exigencias del camino. La uniforme distribución del peso del vehículo entre sus 2 ejes hace a la agilidad del mismo y a la precisión y neutralidad de su comportamiento en virajes.
Al igual que en el resto de los productos de la familia Audi, en el Q7 son varios los elementos fabricados en aluminio, desde partes del chasis hasta componentes de la suspensión independiente. El conjunto de resorte de acero y amortiguador telescópico fueron colocados en forma inclinada en el sector trasero con el objetivo de no quitarle espacio al habitáculo en dicha zona. Las suspensiones a aire opcionales con altura adaptable cuentan además con un control electrónico para reducir los movimientos de oscilación de la carrocería con respecto al eje longitudinal del vehículo, lo que redunda en un confort y seguridad de marcha ejemplares para un vehículo de semejante tamaño y peso (más de 5 metros de largo y casi 2,3 toneladas en la balanza).
En lo que hace a la seguridad y el confort, Audi dotó al Q7 toda la tecnología que tenía a su alcance. De este modo, gran parte de los sistemas electrónicos de este SUV están gestionados por la central MMI que se controla a través de una pantalla de uso intuitivo ubicada en la parte superior del tablero. Este moderno sistema fue presentado recientemente en el nuevo y lujoso buque insignia de la marca, el A8. Otros elementos de última generación que equipan al Q7 son un asistente para maniobras de cambio de carril que dispara una señal lumínica en caso de peligro y el sistema de ayuda para el estacionamiento, que trabaja por medio de sensores ubicados en los paragolpes y tiene tres niveles de complejidad. El más completo de estos niveles se ofrece como opcional e incluye una cámara de video cuyas imágenes se visualizan desde el tablero.
El Q7 no es un todoterreno pensado para el más duro off-road, por lo tanto no ofrece caja de cambios con reducciones ni diferenciales trasero y delantero autoblocantes, pero sí cuenta con interesantes funciones gestionadas electrónicamente que la hacen apta para incursiones fuera del asfalto. Entre ellas se destacan la posibilidad de seleccionar un modo de manejo "off-road" que optimiza el uso de los frenos y la aplicación de la tracción en terrenos resbaladizos, un estabilizador de trailers y un control para descenso de pendientes. Todos estos sistemas están manejados por el programa de estabilización ESP.