Novedades en la división deportiva de Porsche
La marca alemana llevó a Ginebra dos nuevos vehículos de competición, el 919 Hybrid y el 911 RSR, que participarán del World Endurance Championship.
Durante el Salón del Automóvil de la ciudad suiza se pudo apreciar en el stand de la automotriz germana los dos bólidos que competirán en las ocho carreras de la WEC, incluidas las 24 horas de Le Mans.
Los encargados del desarrollo del 919 Hybrid consideran que el reglamento de esta competición provoca que el ganador sea el vehículo que logre ir más lejos con una cierta cantidad de energía. Este hecho genera una busqueda en esa dirección en detrimento de tener como objetivo ser el más veloz.
Esto convierte al vehículo en un laboratorio de investigación móvil y en el modelo más complejo de la historia de la marca, concebido como una unidad efectiva compuesta por componentes individuales enfocados en la eficiencia. Así encontramos que el motor de combustión, el chasis, la aerodinámica, los sistemas de recuperación de energía y la ergonomía del conductor funcionan como una unidad.
El motor a combustión 2.0 litros turbo desarrolla 500 CV, mientras que los sistemas de recuperación de energía térmica y cinética alimentan a las baterías de litio que a su vez nutren al motor eléctrico para otorgar potencia extra que se dirige al eje delantero, convirtiendo temporalmente al 919 Hybrid en un vehículo de tracción integral.
En el caso del 911 RSR, se tomaron los avances de la séptima generación del modelo de calle y se le añadió un diseño liviano y de gran carga aerodinámica. Gracias a estas dos virtudes añadidas se logró una mejora sensible en la eficiencia de consumo. Este modelo buscará repetir los logros de 2013, donde consiguió terminar segundo y tercero de su clase y logró la victoria en las 24 horas de Daytona.
Estos dos vehículos forman parte del programa deportivo más extensivo de la historia de Porsche, incluyendo a 20 pilotos de fábrica.