El Bentley Flying Spur hace gala de potencia en Ginebra
Una de las propuestas más atractivas de la marca de lujo en el salón suizo será la versión de su sedán equipada con un poderoso V8.
Con la intención de atraer a un abánico más amplio de clientes, Bentley aumenta las opciones de su modelo instalándole un motor V8 de 4 litros biturbo. Esta edición tiene el objetivo de funcionar como complemento a la que equipa un W12.
El flamante impulsor es capaz de erogar 507 CV y de desarrollar un torque máximo de 660 Nm, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y una velocidad máxima de 295 km/h. A esta unidad se asocia una transmisión automática ZF de ocho velocidades que transmite la potencia a todas sus ruedas y que, en conjunto con una suspensión automática electrónica, ofrecen un gran confort de marcha.
A todo esto se suman tecnologías aplicadas al motor como la desactivación de cilindros, la gestión térmica inteligente y el sistema de recuperación eléctrica, que permiten 840 kilómetros de autonomía.
A nivel estético, el V8 se diferencia del W12 por pequeños detalles como la terminación de los tubos de escape en forma de ocho y el oscurecimiento de los paragolpes delanteros. En el habitáculo cuenta con una equipación tecnológica que incluye pantalla táctil con control remoto que permite controlar los distintos sistemas de información y de ocio.
Luego de presentarlo en el Salón del Automóvil de Ginebra, la marca comercializará el Flying Spur V8 a partir del segundo trimestre del año.