La Chevrolet Silverado a dieta
La marca del moño desarrolló para el SEMA Show un prototipo de su pick-up denominado Cheyenne que reduce el peso final otorgando mayor performance.
Basada en la edición Regular Cab de la flamante Silverado 2014 y enfocada en lograr mayores prestaciones, cuenta con un peso menor combinado con el motor V8 de 6.2 litros y 420 HP.
Llevando a cabo una construcción eficiente mediante el utilizamiento de materiales más livianos y la remoción de algunos elementos prescindibles, los técnicos de Chevrolet lograron reducir el peso de la pick-up, consiguiendo un gran balance entre performance y eficiencia.
Se uso fibra de carbono en la fabricación de los paragolpes, la puerta trasera y la caja de carga, consiguiendo un descenso en el peso de 200 libras. Continuando con este proceso se han removido el gancho de remolque, la rueda de repuesto, la consola central y algunos elementos de aislamiento acústico. Por último, se instaló un juego de frenos cerámicos Camaro Z/28 Brembo más ligeros que los convencionales.
Otro objetivo logrado en su construcción fue el de reducir la masa, reduciendo la distancia al suelo, sumando efecto suelo en el paragolpes delantero y añadiendo un spoiler trasero.
Para impulsar a la Silverado Cheyenne se instaló un motor que no está disponible en la regular cab de producción, el EcoTec3 V8 de 6.2 litros que desarrolla 420 HP y 460 lb-ft de torque. Esto significa un aumento de 65 HP en relación al V8 de 5.3 litros de producción. Lo que si se mantiene es la transmisión automática de seis velocidades.
En la cabina se presentan como novedades las butacas deportivas Recaro y el volante achatado, similar al del Camaro ZL1.
La marca aclaró que por el momento la Silverado Cheyenne es tan solo un ejercicio conceptual y que no hay planes de llevarla a producción.
