Test: Chevrolet Cruze
Este modelo no solo es un sedán medio con buenas cualidades, sino que representa el primer auto global de la marca y a la resurrección de GM.
El Cruze es mucho más que un nuevo modelo para la General Motors. Se trata de una variada gama de componentes que lo hacen un vehículo especial.
En primer término es un vehículo aparecido luego de la bancarrota de la que supo ser una de las empresas más emblemáticas del mundo y representativa del estilo de vida norteamericano. Por ese mismo motivo se adapta a los tiempos que corren y se ha diseñado para el gusto “global” a la vez que reduce infinidad de costos con una única plataforma que le permite venderlo en más de 80 países casi sin cambios. Es decir, ahora la Chevrolet ya no piensa invertir en un automóvil distinto por región o mercado.
Con la misma raíz encontramos que se ha dado lugar a otro cambio trascendental: acercarse al diseño actual y proveer autos más confortables, que gasten menos combustible y que le guste al común denominador de la gente.
Todo eso es el Cruze, el primer exponente de la nueva política de la todavía poderosa GM. Este desafío no ha comenzado para nada mal, consiguió el primer guiño de ojos del público que ya lo relaciona con un sedan de líneas deportivas y un espacio interior enfocado en la comodidad y el diseño.
Conociendo esos antecedentes nos subimos al Cruze más que expectantes e interesados de los que íbamos a conducir. Debo adelantar que hemos quedado satisfechos y gustosos del nuevo modelo, aunque algunas piecitas deban ajustarse.
Su aspecto es el principal fuerte que ostenta. No solo que es un modelo de líneas modernas y simples, sino que la caída hacia el tercer parante le otorga velocidad a su silueta con un aspecto más de coupé. En la calle la gente lo ha observado permanentemente y ello lo dice todo. Para nuestro entender es verdaderamente agraciado, pero tiene como principal argumento finalmente haberse acercado a la competencia en diseño, algo en lo que se encontraba un poco rezagada la marca.
El interior sorprende a simple vista por su calidad y contenido. Se destaca la consola central con un aspecto sólido, contemporáneo y funcional. Aquí se beneficia de la estética emanada de la familia Cadillac que tanto ha avanzado en cuestión de diseño estos últimos años. Todos los mandos dispersos centralizan en un display todas las funciones de climatización, estéreo, computadora y demás parámetros.
En este aspecto se le pueden reprochar algunos materiales del interior y faltantes de equipamiento que en un vehículo de este nivel y precio no deberían estar ausentes como el Bluetooth, el climatizador bizona o salidas de aire para las plazas posteriores, conexión vía USB para descargar música. Ello considerando que la versión probada (LTZ) es la tope de gama. Todo lo demás es adecuado tanto estética como en función.
El puesto de conducción es destacado por su comodidad y postura de manejo que logra y solo se le reprocha el apoyabrazos central que no es de tanta utilidad por su tamaño, forma y movilidad. Es particularmente destacable la el acceso a la palanca de cambios, que lo transforma en uno de los modelos con mejor postura en relación a ella y que favorece mucho el manejo.
En la conducción se nota una dirección sumamente precisa, comandada por un volante multifunción y de interesante diseño y que ayuda a la conducción relajada en ciudad. Es acertada la elección de un motor con baja cilindrada, porque favorece notoriamente a reducir los consumos de combustible –en este caso se trata de un 1,8L- y que ofrece un potencia lógica de 141cv. El Cruze se desenvuelve prefecta y holgadamente en la ciudad, donde su potencia es adecuada, pero el rendimiento en ruta no es uno de los puntos más destacados, notándose el faltante de potencia al momento del sobrepaso done le cuesta responder a las exigencias del pedal y es necesario recurrir más de lo normal a rebajes.
Por el lado del espacio interior poco se le pude reprochas. Además de ser visualmente agradable, tener cuero y techo corredizo que le da luminosidad al habitáculo, se encuentran plazas cómodas aún para los ocupantes de los asientos traseros donde solo una persona de alta estatura será perjudicada por la bajada del techo. El baúl es otro de los destacados, con una importante capacidad de carga (450Lts.) donde lo más importante pasa por la altura del mismo y la facilidad para su acceso.
El Cruze resultó un gran avance para GM en el país y en el mundo y será un fuerte rival del Honda Civic, el Toyota Corolla, el VW Vento entre otros. Por calidad de construcción, estética interior y exterior, consumos y equipamiento pude ser una sólida alternativa para uso cotidiano en ciudad.