Test: Mercedes-Benz Clase B
Aunque parezca increíble ya existe, y se vende en Argentina, un vehículo capaz de hacer por nosotros una de las maniobras mas odiadas por los conductores.
Esto vehículo que estaciona solo es ni más ni menos que el Clase B, que se comercializa en la Argentina a unos U$S 38.000 en versión manual como la línea más económica de Mercedes-Benz. Este modelo está en directa competencia con el Audi A3, aunque con un aspecto más familiar.
El sistema, denominado Parktronic, logra detectar los huecos existentes para estacionar a nuestro lados cuando rueda a menos de 35Km/h. y avisa al conductor mediante una flecha en el tablero, gracias a los sensores que posee alrededor de la carrocería. Para llegar a este aviso el Clase B ya se ha encargado de medir el espacio existente entre dos autos que se encuentran detenidos en paralelo al cordón y estará listo para iniciar la maniobra. Luego de eso, se activará el sistema para que el auto se ocupe solo de maniobrar y el conductor de acelerar y frenar.
Lo más difícil quedará a cargo de la computadora, porque será esta la que decidirá cuándo y cuanto doblar el volante y, obviamente, no se equivoca. El vehículo quedará perfectamente alineado y sin que sea necesario transpirar para aquellos que prefieren evitar por todos los medios este recurrente desafío en la ciudad.
Por lo demás el Clase B se destaca por una elogiable suavidad de marcha y algunos componentes que colaboran con el conductor, como ser el sistema que detiene el auto por unos instantes cuando se encuentra en una pendiente evitando ese trance que muchos sufren tanto o más que el estacionamiento. Además, la cantidad de sensores dispuestos permiten detectar la cercanía con personas, paredes o cualquier obstáculo mediante un aviso sonoro y no solo en la parte posterior sino también en el frente.
Particularmente la versión denominada B 180 que pudimos probar, que monta un motor de 1,7 litros y 116 caballos se desenvuelve en la ciudad silenciosamente y con bajos consumos, combinado con una caja de cinco velocidades muy bien relacionada y que hace que el paso de los cambios sea ameno y una dirección con un aceptable radio de giro, pero con una gran suavidad que la hace girar con el mínimo esfuerzo.
Este modelo, mezcla de un vehículo familiar y un compacto ciudadano posee una buena habitabilidad interior, con un piso elevado que permite al conductor adoptar una posición deportiva al volante, logra buenas posturas de manejo y excelente visibilidad de su tablero con grandes y típicos relojes de la marca.
El interior es claramente Mercedes Benz, porque su consola central sigue las líneas impuestas por el sedan Clase C y, sobre todo, mantiene la calidad típica de la marca. Si bien es un modelo chico para la marca ello no se verifica en un menosprecio por la tecnología, el equipo de confort o la calidad de los materiales o ensamblajes.
En conclusión: el Clase B se encuentra por encima de sus competidores en tamaño por calidad de construcción, pero también en precio. A su vez, es ideal para la ciudad y para exprimir al máximo los componentes tecnológicos descriptos que seguramente serán recogidos por otros en un futuro.