Un auto de competición llega a las calles
El Maserati GT2 Stradale, es una versión homologada para las calles del GT2 de competición, y equipa el poderoso motor V6 biturbo de 640 CV, junto a una aerodinámica refinada y un peso pluma.
Maserati presenta su propuesta más extrema hasta la fecha: el GT2 Stradale. Basado en el MC20, este modelo toma prestados los genes del mundo de la competición para ofrecer una experiencia de conducción sin concesiones.
Con una estética agresiva, un interior enfocado en el rendimiento y un motor V6 Nettuno de 640 CV, el GT2 Stradale se posiciona como uno de los deportivos más radicales.
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Por fuera, se presenta como una evolución del MC20, con un enfoque aún más marcado en la aerodinámica y la eficiencia.
El área delantera y la trasera ofrecen un aspecto más sobrio que el del coche de carreras, pero las grandes tomas de aire, el alerón fijo y los diversos elementos de fibra de carbono dejan claro su carácter deportivo.
Por otro lado, la personalización es una parte fundamental del GT2 Stradale. Los clientes pueden optar por un techo de fibra de carbono, tomas de aire en los pasos de rueda y faldones laterales del mismo material. Ello permite reducir aún más el peso y mejorar el rendimiento.
A bordo, es una mezcla de lujo y deportividad. Los asientos de fibra de carbono de doble carcasa, diseñados específicamente para este modelo, ofrecen una sujeción lateral excepcional.
El volante, más grueso que el del MC20, cuenta con menos mandos para reducir la distracción.
En tanto, la pantalla central de 10,25 pulgadas y el equipo de sonido de alta fidelidad completan el equipamiento interior.
Sin embargo, el enfoque principal está en el rendimiento, y cada elemento del habitáculo ha sido diseñado para ofrecer al conductor la máxima conexión.
El GT2 Stradale equipa el motor V6 Nettuno de 3.0 litros con doble turbocompresor, que ha sido llevado a los 640 caballos.
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Gracias a una puesta a punto específica y a un escape deportivo, este propulsor ofrece una respuesta inmediata y una banda sonora emocionante.
La transmisión automática de doble embrague y ocho velocidades se encarga de enviar la potencia a las ruedas traseras. Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y una velocidad máxima de 323 km/h, el GT2 Stradale es un auténtico bólido.
La suspensión ha sido puesta a punto para ofrecer un comportamiento dinámico excepcional en circuito.
Los diferentes modos de conducción permiten adaptar el comportamiento del coche a las preferencias del conductor y a las condiciones del asfalto.