Un avance revolucionario cumple cien años

En 1913 Henry Ford introdujo en el sistema de producción de su empresa la línea de montaje, innovación que cambio las formas de fabricar a nivel mundial.

Interés General | conduciendo | 08/10/2013 | Compartir

Surgida de la división en las tareas del proceso de producción para aumentar la capacidad, tipo de organización promovida por el taylorismo, la línea de montaje se convirtió en la base para una nueva manera de fabricar en el siglo XX.

El primero en utilizarla fue Ransom Eli Olds, fundador de Oldsmobile en 1897, pero el sistema de producción tomó notoriedad global cuando Henry Ford la aplicó para producir el modelo Ford T.

Este nuevo sistema de ensamblaje en serie introducido en la planta de Highland Park, el 7 de octubre de 1913, fue expandiéndose al resto de las industrias debido al alto nivel de eficiencia que presentaba.

La línea de montaje móvil fue construida a lo largo de 150 metros, donde un torno permitía movilizar una cuerda tendida en el suelo. A lo largo de esta cuerda 140 ensambladores instalaban las piezas en el chasis a medida que este era movido por el torno. Esto permitió una reducción de hasta doce horas-hombre, limitando a tan solo tres las necesarias por cada obrero para terminar una unidad del Ford T. En 1914 la soga fue sustituida por una cadena para aumentar la seguridad.

Esta manera de producir vino a sustituir la que imperaba en la época, en la cual los equipos de producción ensamblaban sobre caballetes e iban rotando de una estación a otra. Esta modalidad producía constantes demoras e impedía la expansión del automóvil, objetivo primordial para Ford.

Con el cambio, la reducción en tiempo y en recursos utilizados fue rapidamente palpable. Mientras que en 1912 Ford Motor Company fabricó 82.388 unidades del Modelo T con un precio de venta de U$S 600, en 1916 produjo 585.388 que se vendieron a U$S 360.

A la vista de los resultados logrados, tanto los competidores de la industria automotriz como los representantes de otras ramas comenzaron a imitar este sistema conocido como Fordista.

Esta forma de organización dominó las diferentes industrias hasta finales del siglo XX, cuando comenzó a ser reemplazada por el Toyotismo, modelo japonés que supera las limitaciones del fordista.