Test: VW Passat CC

A la gran reputación que se supo ganar el Passat se le sumó una variante de personalidad; un modelo con estética más deportiva y alma de coupé, pero que garantiza las mismas cualidades del tradicional modelo.

Pruebas | conduciendo | 15/03/2011 | Compartir

Cuando Mercedes Benz dio a conocer hace algunos años su modelos CLS conjugó la comodidad de un sedán con la estética y refinamiento de un coupé personalista. Esa consigna fue la que siguió VW para aprovechar la buena imagen del Passat y lograr una versión del mismo auto un poco más desacartonada para terminar de convencer a aquellos que lo podían considerar aburrido.

Por un valor similar a la versión tradicional, la variante CC ofrece un importante cambio en estética manteniendo la calidad, los motores y equipamiento general, aunque con más glamour.

Si bien hemos manejado la versión 2.0L turbodiésel con su equipamiento Luxury comenzaremos por los aspectos generales del CC.

VW no solo ha mostrado un diseño exterior con un techo curvado hacia el pilar C emparentándolo a los tradicionales coupés, sino que dotó de algunos otros elementos propios de los autos de dos puertas. En primer lugar el auto es realmente bajo al igual que su techo, lo que dificulta algo el ingreso. También posee la particularidad que las ventanas no tienen marco, lo que contribuye a su espíritu. Las proporciones son generosas, con un largo de 5 metros no es un vehículo para los espacios reducidos a pesar de su capacidad de maniobra que luego comentaremos (supera en 34mm al Passat tradicional). Por su parte, la caída del techo, que es continuada hasta el final del auto, brinda mayor estética pero reduce en casi 35 dm3 el tamaño del baúl que no es tan alto pero sí profundo.

El techo contiene una importante superficie vidriada en esta versión, pero como consecuencia de las formas del auto no es posible desplazarlo y abrirlo, sino solo levantarlo pero no deja de ser un atractivo importante.

Ingresando en el vehículo ya notamos inmediatamente la posición de manejo baja y embutida como el de una coupé, siendo uno de los aspectos más logrados en ese sentido a la vez que encuentra una butaca muy confortable y con excelente sujeción lateral, además de sumar un apoyabrazos central confortable y de uso efectivo a diferencia de lo que sucede habitualmente con otros vehículos. Además es de resaltar el diseño elegante-sport de estos asientos de gran diseño en cuero y pana. A su vez la posición de manejo es casi ideal obtenida gracias a las regulaciones de eléctricas de los asientos y manuales del volante.

El interior también encuentra otros aspectos deportivos en sus acabados metálicos, los que en todo momento se conjuga el lujo simple. La pantalla touch screen central no sólo embellece el interior, sino que centraliza todas las funciones de confort y audio del auto en un solo lugar. Si bien estas funciones en su mayoría pueden ser usadas desde el volante multifunción es preciso conocer bien el sistema para no sacar la vista del camino y distraer al conductor.

Las butacas traseras preparadas para dos pasajeros. Si bien pueden ingresar tres personas cómodas en la parte posterior, se diseñó pensando en un vehículo 2+2 y allí se encontrarán como inconveniente la abrupta caída del techo que hará pegar las cabezas de los ocupantes contra este siendo solo una consecuencia del logrado diseño tipo CC. Por el contrario, el espacio para las piernas es bueno, agregando un confortable apoyabrazos central y salidas de aires solo para estas plazas.

En la conducción, esta versión diesel de 140 caballos ya conocida en la marca alemana no hace otra cosa que ratificar su solidez. El motor no es rumoroso y emite muy baja vibración. Resulta verdaderamente placentero su desplazamiento, ya sea por su insonorización a cualquier velocidad como por la suavidad sumamente suave y sólido. Manejando el CC encontramos la sensación de seguridad porque el vehículo responde con holgura a cada situación en asfalto.

El impulsor es adecuado a pesar del tamaño y el peso de este Passat, es rápido y alcanza buenas velocidades y reacciones, aunque no es deportivo. Su caja secuencial DSG (opcional) ayuda a mejorar esos registros, pero seguimos encontrándonos frente a un auto más dispuesto al placer que a la deportividad. Por lo demás, el auto dobla y frena correctamente, sin encontrarse tendencias a la hora de ejecutar estos actos en situaciones normales.

En general el CC añade suspensiones medianamente rígidas y neumáticos de perfil bajo (235/45 R 17) con repuesto idéntico y llanta, ambas cosas que acentúan su dureza al manejar pero resulta muy equilibrado. Ello permite lograr un alto placer de conducción y a la vez representa allí su carácter deportivo combinado con una mayor eficiencia en ruta.

Por otra parte, el auto no encuentra reproches siendo, además de elegante y bello, eficaz. No existen grandes faltantes o críticas al modelo, aunque sí creemos que por su propuesta y valor debería incorporar espejos eléctricos exteriores plegables y asistente al estacionamiento, ambos que son necesarios por el voluminoso tamaño del auto. A su vez los faros de Xenón deberían ser incorporados como sí lo equipan otras versiones del CC.

Probablemente un punto de reproche será la visión trasera que, nuevamente por el diseño del auto, achica demasiado la luneta. Sin embargo a nuestro juicio no representa un obstáculo para la visión trasera que, si bien no es amplia, alcanza para una visión lógica.

Podemos concluir que el Passat CC es un auto para disfrutar. Su diseño invita a ser poseedor de una berlina de lujo y una coupé a la vez sin dejar el aspecto práctico de las cuatro puertas. Por su lado mantiene los mejores aspectos de la marca y, sobre todo, de la línea Passat y que la hicieron reconocida mundialmente. Por qué no, también un rival para las marcas de lujo.