Test: Renault Twizy

Conduciendo.com tuvo la posibilidad de realizar un pequeña prueba con el city car eléctrico de Renault. Entrá y conocé todos los detalles de un test distinto a todos.

Pruebas | conduciendo | 30/10/2013 | Compartir

Antes de empezar a describir algunas de las sensaciones de manejo que tuvimos al mando del Renault Twizy, creemos que sería mejor explicar que es este vehículo. En estos úlitmos años la marca francesa trabajó incesantemente en el desarrolló de varios productos eléctricos para abastecer de ejemplares ecológicos al mercado mundial. Dentro de esas propuestas, la más «osada» es el Twizy, que está pensado como un vehículo totalmente citadino.

Si nos centramos en el diseño no podemos negar que es algo llamativo. Siempre hablando de sus líneas exteriores, lo podemos catalogar como una evolución de una moto o como una involución de un automóvil, aunque creemos que para el uso y las necesidades del modelo, sus características son casi perfectas. Tiene puertas laterales -en sus inicios no tenía-, techo acristalado y neumáticos con pasa ruedas que sobresalen de la pequeña carrocería de 2337 mm de longitud, 1461 mm de altura, 1237 mm de ancho.

En su interior, en el que caben dos personas una delante de la otra, se destaca la sencillez. Además del lógico volante, podemos encontrar el pequeño tablero de instrumentos y sólo dos botones designados para la baliza y «la caja de cambios». Ambas butacas son cómodas, aunque para ingresar a la trasera habrá que hacer varios movimientos no recomendables para personas que carecen de una movilidad atlética.

Una vez sentado en la butaca del conductor, es lógico sentirse algo desprotegidos. Ahí fue cuando nos pusimos a pensar cuales son las medidas de seguridad del Twizy si tuvieramos que salir a rodar por las bravas calles de la ciudades más pobladas de Argentina. Además de contar con airbag para conductor y cinturones inerciales, ofrece una carrocería con una celda de protección para sus ocupantes y una estructura deformable en caso de impactos.

En cuanto a su motorización, el Twizy que estuvo a prueba en Conduciendo.com tenía equipado el impulsor más potente de los dos que se ofrecen en el mercado europeo. Denominado Twizy80 -porque alcanza los 80 kilómetros por hora de máxima-, esta unidad está alimentada por baterías de iones de litio -se recargan en tres horas- que le dan una autonomía de 100 kilómetros y 17 caballos de potencia. La tracción es trasera y las transmisión es de una sola marcha. La otra unidad comercializada en Europa es la Twizy45 que desarrolla unos siete caballos.

Las sensaciones de manejos son raras porque los únicos sonidos que escuchamos son de los neumáticos contra el piso y de la fricción del motor. En la prueba tuvimos que hacer zig zag entre conos y comprobamos que la dirección no tiene ningún tipo de asistencia electrónica y es algo dura comparada con los vehículos que probamos habitualmente.

El Twizy es algo diferente. El ensamble de algunos modelos en Brasil hace sonar algo más lógico las llegada de este producto al país, aunque creemos que todavía Argentina no está preparada para este tipo de ejemplares. Pese a nuestro pensamiento, la evolución de la industria automotriz es tan rápida que seguramente tendremos al Twizy rodando por las calles antes de lo que creemos.