Test: Mercedes-Benz Clase C Coupé 250 Blueefficiency AT

En franca competencia con sus eternos rivales, esta nueva coupé incorpora todo lo bueno del sedán y ofrece la seducción propia de una carrocería dos puertas. Sus consumos reducidos y el confort de marcha, sus destacados.

Pruebas | conduciendo | 11/09/2013 | Compartir

Finalmente Mercedes-Benz ha concebido una coupé para la Clase C. Pues es un tradicional dos puertas, no como el modelo CLC que se encontraba fabricado sobre la misma base pero se trataba de una versión acortada o con una impronta hatchback. Ahora esta coupé es un rival para el BMW Serie 3 Coupé y el Audi A5, que no encontraban su correlato en la marca de la estrella.

Esta nueva versión no posee grandes diferencias con la sedán más que por la cantidad de puertas. Se trata de un diseño puramente Clase C, incorporando los cambios y actualizaciones recientemente introducidas, como las que se ven en el frente, en las luces traseras y otros pequeños detalles que, por cierto, sentaron muy bien. Para algunos no se trata de una concepción pura de coupé sino que encuentran una silueta un tanto forzada para adaptar la ya existente de cuatro puertas.

El auto tampoco se comporta como una verdadera coupé agresiva, sino como un sedan que busca un desempeño urbano confortable con el estilo propio de un dos puertas que, verdaderamente, llama más la atención que una carrocería de sedán. Este es el verdadero espíritu del modelo, que ha rebajado su altura, acortado las suspensiones sin llegar a ser incómodo en absoluto como otros modelos más radicales.

Tampoco incorpora un motor con características extremadamente deportivas. Se trata de un potente “Blueefficiency” de 204 caballos que privilegia los bajos consumos (que son verdaderamente muy reducidos) y una performance más que interesante para el pequeño impulsor de 1,8 litros (ya no se encuentra relacionado con la sigla “250”). De esta forma la mara se inscribe de lleno en la categoría de auto más limpio en relación al medio ambiente.

Para el usuario promedio estará conforme con un auto ágil y veloz como lo es esta coupé. Puede argumentar algún conductor que no posee reacciones tan rápidas como otros deportivos y que siempre privilegia una marcha relajada y que a la hora de acelerar demora unos instantes para reaccionar pero, repetimos, la concepción fue dada para una conducción placentera. Por otro lado, esa demora puede eliminarse con el uso de la caja secuencial de seis marchas en forma manual que, al estilo Mercedes-Benz, se acciona lateral y no longitudinalmente.

En su interior no encontramos ante un típico Mercedes. La selección de los materiales es buena y grata al tacto aunque en su mayoría son plásticos. Las butacas es un diferenciador, tratándose de asientos de cuero enterizo de bello diseño que, además, sujetan muy bien al conductor, dándole una posición de manejo de verdadera coupé, baja y estirada. Por su parte las plazas traseras también son dos (con portaobjetos central) de casi idéntico diseño a las delanteras. En este caso podrán sentarse adultos con cierto confort mientras que no sean muy altos.

El confort general es bueno porque las suspensiones no son lo suficientemente cortas para perjudicarlo y la conducción es relajada porque es un vehículo sencillo de conducir y con dimensiones lógicas para una ciudad por lo que no será molesto como otros autos más grandes a la hora de circular. Esta coupé no ve afectada su visibilidad posterior y mantiene una óptima visión general, en algunos casos ayudada por los sensores delanteros y traseros para el estacionamientos o los obstáculos.

En cuanto a equipamiento lo tiene casi todo en materia de seguridad y confort, siendo reprochable que los asientos delanteros eléctricos posee movimiento manual para acercar y alejar del volante al conductor. El navegador que incorpora esta versión está muy bien ubicado y tiene una dimensión importante para visualizar correctamente la ruta u otros indicadores que en esa pantalla se muestran.

Particularmente llamó la atención el importante detalle del sistema que permite visualizar e indica permanentemente la existencia de estacionamientos cercanos a donde transitamos, elemento muy valorado en zonas céntricas, lo mismo que hace con las estaciones de servicio. También deslumbra su techo totalmente traslúcido.

Para los amantes de Mercedes-Benz esta coupé viene a ocupar un lugar justo en el que la marca no se encontraba. Son los mismos que seguramente apreciaran el equilibrio inmejorable que siempre ofrece la marca entre sofisticación, confort y deportividad en su punto justo.

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