Test: Mazda 6 2016

Este sedán sorprende por su diseño exterior atrevido y fresco combinado con una transmisión manual de 6 marchas que invita a una conducción más deportiva y divertida.

Pruebas | conduciendo | 16/02/2016 | Compartir

El Mazda 6 es un vehículo pensado para el uso familiar ya sea en ciudad como en carretera, aunque por su estética exterior y algunos otros atributos le aportan unos aires deportivos que pueden incentivar a esta compra debido a que no es un sedán “aburrido”.

Con respecto a su exterior, es sabido que sus trazos no han cambiado demasiado en los últimos años, aunque todavía se destaca por sus proporciones sólidas y guardabarros prominentes. Su cuerpo está esculpido con curvas por todas partes y líneas rectas. Esta conjunción provoca un efecto atractivo y masculino. Para la edición 2016 ofrece una nueva grilla más audaz sumada al prominente capó y a las llantas de 19 pulgadas. Esta unidad evaluada que cubre su cuerpo con el “Rojo Metálico” realmente lo realza aún más.

Una vez dentro del Mazda 6 la sensación es agradable y confortable gracias a la configuración de los asientos en cuero negro perforado. Otros apliques suman deportividad como las inserciones en color titanio y detalles cromados. Otro aspecto a destacar son los comandos de fácil operación. En líneas generales cumple con su cometido aunque podría ser más completo.

Más allá de ello suma una buena selección de características estándar aunque no al nivel de sus competidores. Para ser más específicos este Mazda 6 carece de techo solar, navegación e incluso asientos con calefacción, algo que si podría mejorar para ofrecer un mejor servicio a los ocupantes. En tanto, si contiene elementos revestidos en piel con ajustes eléctricos para el conductor, la pantalla táctil de 7 pulgadas y el sistema de monitoreo de puntos ciegos, como más relevantes. Cabe destacar la inclusión de la cerradura eléctrica y automática que le permite al conductor alejarse sin inconvenientes ya que el vehículo bloquea automáticamente sus puertas a cierta distancia. Las plazas traseras ofrecen un espacio óptimo para las piernas y el tronco pero si no son utilizadas también permiten plegarse de forma simple para obtener un mayor espacio de carga.

Debajo del capó, el Mazda 6 esconde el propulsor SKYACTIV 2.5 litros que desarrolla unos 184 caballos de fuerza suficientes para otorgarle una sensación deportiva en el manejo sobretodo con la sociedad establecida de la transmisión manual de 6 posiciones. Esta planta impulsora presenta un buen rendimiento de la gasolina con 25 mpg en ciudad y 37 mpg en carretera, más que aceptables teniendo en cuenta que es un sedán mediano de bajo costo. Su suspensión esta bien equilibrada lo que permite conducir de manera cómoda con toda la familia a bordo el fin de semana, pero es lo suficientemente rígida para tomar el volante cuando el conductor se encuentra solo y quiere algo de acción.

En conclusión el Mazda 6 atrae sin ninguna duda por su diseño exterior y es ideal para la gente extrovertida que no quiere pasar desapercibida. Por dentro es un sedán sólido con excelentes características y a un precio sorpredentemente bajo (la gama se inicia en $ 21.495.-), lo que realmente lo sitúa como una buena opción.