Test: Citroën DS3

Pequeño e impetuoso marca tendencia con su diseño y es un objeto de deseo de los jóvenes que disfrutarán de su motor turbo preparado para la diversión.

Pruebas | conduciendo | 05/04/2011 | Compartir

Basta sentarse en la butaca del DS3 para verificar que nos encontramos ante un vehículo distinto. Sus butacas de cuero envolventes, la posición de manejo, su volante deportivo de irreprochable diseñó y los relojes de su tablero nos demuestran que el viaje podrá ser con bastante adrenalina si lo deseamos.

Es que el DS3 ciertamente es especial. Se trata del primer modelo de una serie de autos denominados DS en los cuales Citroën pone a disposición diseños especiales, innovaciones, materiales exclusivos y una propuesta diferenciada en general respecto del la gama de la marca del doble chevron. Hasta podría entenderse que representa una submarca dentro de Citroën por la forma en que presenta su logotipo y estética. Con esa premisa ya vislumbramos que nos encontramos frente a un modelo de diseño exclusivo que, por cierto, ha llamado la atención de los transeúntes atentos.

Verdaderamente es atractivo, pero su aspecto deportivo es lo más llamativo porque podría parecer que se trata de un auto preparado o con ciertos toques tuning aunque todo viene de fábrica. En algunos casos el techo es de un color distinto del resto de la carrocería y ellos se combinas con los colores desplegados en el interior.

Pero la química se produce al encendido del motor. El disfrute se acerca y el conductor que se sienta en él lo sabe. Su posición de manejo baja, su pequeño tamaño y su bajo peso son un compuesto explosivo en conjunto con su motor de 1,6 litros turbocomprimido de 156 caballos de fuerza (acelera de 0 a 100ksm/h. en solo 7,3 segundos y logra una velocidad final de 214ksm/h). Es tren motor que el grupo PSA (Peugeot – Citroën) se encuentra utilizando en varios modelos más grandes es una garantía de deportividad en un auto chico, tal como lo ha demostrado este mismo motor montado en el Mini Cooper S o el Peugeot 207 GTI con quiénes lo comparte.

Aquí es donde podemos aplicar verdaderamente la frase que “se conduce como un karting”, pues el DS3 acelera verdaderamente rápido –más cuando habilita el turbo alrededor de las 2500 RPM- y dobla tan bien y deportivamente que el conductor sentirá que conduce también con su cuerpo, lo que lleva a caracterizarlo como muy divertido.

Igualmente, el auto es sumamente dócil para el uso cotidiano en ciudad, sobre todo por su tamaño y dirección. Pero, como contrapartida, lo que perjudicará en tramos urbanos es su suspensión deportiva y el perfil de los neumáticos que no hacen tan confortable su desplazamiento en calles onduladas porque allí se notará muy rígido.

Su interior intenta ser tan vanguardista como el exterior, e incorpora materiales acrílicos de colores, una consola central de diseño exclusivo y un tablero llamativo. De todas formas sí resulta criticable la incorporación de ciertos elementos de la línea general de la marca, no solo por la diferencia de nivel que la marca pretende impregnarle a la familia DS, sino también porque son los mismos que viene utilizando desde hace varios años. Esto se verifica en las perillas de accionamiento de los controles de audio, luces, etc, a la vez que sucede lo mismo con el estéreo, aunque este modelo tiene unos parlantes potenciados.

El equipamiento en general es completo y cumple con las exigencias de la categoría, pudiéndose reprocharle la falta de climatizados bizona, techo solar u opcional de faros xenón que remarcarían su categoría. A su vez las calidades generales se encuentran por encima de la media, como el cuero de los asientos y algunos plásticos utilizados, aunque encontraremos algunos detalles mejorables.

Un punto positivo es el del espacio trasero. Si bien no es fácil su acceso como en cualquier modelo de este tamaño, una vez adentro podemos comprobar que el espacio para las piernas supera lo esperado y permite que cuatro pasajeros se acomoden fácilmente, lo que tampoco tendrán gran problema con el techo. Eso sí, esta comodidad casi no deja espacio para el baúl, el que solo pude albergar pocas cosas con tan solo 290 dm3.

Esto modelo, por su precio, prestaciones y tamaño, encontrará rivales de la talla de los mencionados Mini Cooper, Peugeot 207 GTI, el Audi A1 y, por qué no, el Volvo C30. Ganará y perderá con estos en diversos aspectos, pero lo más importantes es que el DS3 es otro modelo que viene a darnos algunas alegrías, a hacer más competitivo el mercado de los pequeños premium y a mostrar una nueva cara de la siempre vanguardista Citroën.

Altamente recomendado para la juventud que tiene un carácter individualista, pero que busca prestaciones en usos mixtos.