Test: Citroën C4 Picasso Origine
La versión más económica de la serie, mantiene la motorización diesel de 1.6 litros y 112 caballos de potencia pero reduce su equipamiento para llegar a un precio totalmente competitivo.
Aunque siempre es uno de los puntos más importantes a la hora de comprar un vehículo, no es habitual que el periodismo comience la redacción de un test hablando del precio, aunque sea un ítem destacado en el vehículo. Pero… siempre hay una excepción a la regla y, por ese motivo, Conduciendo.com inicia la recorrida del C4 Picasso por su atractivo valor.
Estar por debajo de los 170.000 pesos para un producto de estas características no es común y creemos que ha sido una gran jugada de Citroën. Un vehículo para la familia que supera por amplio margen a los de entrada del segmento –Chevrolet Spin, Fiat Doblo y Renault Kangoo– tanto en calidad como en prestaciones y está muy por debajo en valor de sus competidores habituales como el Ford S-Max y el Peugeot 3008.
Ahora bien, ¿Como ha llegado Citroën a ofrecer esta variante? El cambio lo produjo en el equipamiento de serie que deja de tener llantas de aleación para tener embellecedores plásticos, no posee guarda objetos bajo asientos, navegador, techo panorámico, alarma perimetral y volumétrica y sensor de estacionamiento trasero. Es lógico que para llegar al valor que se ofrece haya dejado de lado varios de elementos de confort, pero aún así sigue ofreciendo un interesante equipamiento. -ver ficha técnica-
De esta manera, el C4 Picasso 1.6 HDI Origine incluye el control de velocidad crucero, limitador de velocidad, espejos eléctricos, el parabrisas panorámico, climatizador bi-zona, encendido automático de luces y limpiaparabrisas junto al sistema de sonido con puerto USB, Bluetooth y conexión auxiliar. A su vez, el apartado de seguridad contiene seis airbags, ganchos ISOFIX, sistema de frenos con ABS (Antibloqueo) con REF (Repartidor electrónico) y AFU (Ayuda de emergencia), control de estabilidad y de tracción. -ver ficha técnica-
Sinceramente el faltante más importante es el sensor de estacionamiento que para un vehículo de este porte es de mucho uso para cuando hay que aparcar tanto en las calle como en los espacios reducidos.
En cuanto a sus cualidades, se añaden todas las ventajas de un monovolumen y las prestaciones inéditas del concepto visiospace, con gran visibilidad exterior, luminosidad excepcional, modularidad sencilla, espacio interior despejado y confort. Su cantidad de superficie vidriada le da un aspecto único en cuanto a diseño.
Las terminaciones del interior son realmente buenas. El volante cuenta con el característico multifunción de la firma que no gira a la par de los mandos y siempre queda centrado. La posición de manejo es alta -bien al estilo familiar y diferentes a las de un sedán- pero confortable. Habrá que acostumbrarse a diferentes longitudes tanto para piernas como para brazos. Todas las plazas son cómodas y tres adultos pueden viajar con suficiente espacio en la segunda fila de asientos.
El tablero de instrumentos es diferente a todo. Ya ver que detrás del volante no tenemos nada, llama la atención. Para ver la velocidad y las revoluciones hay que sacar la vista hacia la derecha donde está toda la información. Por encima de la austera consola central se ubica todo el instrumental. A pesar de tener buen sonido, reproductor de radio AM/FM con cargador para CD, conexión auxiliar, USB y Bluetooth; creemos que el sistema de audio podría ser mejorado en su diseño.
Definitivamente, la firma francesa ha pensado el vehículo poniendo como premisa el tratamiento del espacio al interior. La funcionalidad y la modularidad es única. Para responder a cualquier tipo de necesidad cuenta con un baúl con una capacidad de carga de 500 litros que puede ascender hasta los 1734 litros sin se revaten las plazas traseras.
Este versión viene con la motorización 1.6 HDI que su punto máximo lo tiene en el rendimiento del consumo de combustible donde alcanza diferentes números dependiendo el viaje. A una velocidad promedio de ruta -unos 130 kilómetros por hora- transita a 3000 revoluciones por minuto, gracias a la caja manual de seis machas, dando un consumo de poco más de siete litros cada cien. Es una unidad progresiva y silenciosa, y la entrega de potencia a bajo régimen es excelente. A su vez, el punto flojo es su máxima pero que generalmente no es relevante a la hora de hablar de un vehículo familiar.
La llegada de la versión Origine vino de la mano de la salida del mercado del Xsara Picasso. Para no perder la gran cantidad de clientes que tenía el modelo que dejó de venderse, la marca francesa ha puesto esta variante como entrada que es realmente atractiva tanto en precio, prestaciones, confort y funcionalidad.
Los rivales no son muchos y eso es otro punto a favor del producto. Lo más cercano que podemos encontrar es la entrada de gama del Peugeot 3008, pero que está por encima de un 10% más caro. Para los que buscan una versión con siete plazas, Citroën ofrece el Grand C4 Picasso que ya iguala en valor a otros ejemplares como el Ford S-Max y la Volkswagen Sharan.
La conclusión es que no es un segmento con mucho mercado dado el «boom» de los SUV pero que para los que están buscando una opción económica y con tanta versatilidad, es un producto casi único.