¿Rolls-Royce se despide de los motores de combustión interna?
Esta serie exclusiva bautizada Rolls-Royce Black Badge Wraith Black Arrow significa el fin de una coupé con motor V12 convencional.
Con el advenimiento de su primer elétrico Spectre a la vuelta de la esquina, Rolls-Royce previamente quiere despedir con honores a los propulsores V12, y el Black Badge Wraith Black Arrow ha sido el elegido para dicho cometido.
Tan sólo 12 unidades formarán parte de esta serie exclusiva, las cuales ya todas tienen asignado un nuevo garaje donde reposar.
Para esta ocasión, Rolls-Royce ha dejado de lado la sobriedad que la caracteriza para volcar conceptos más modernos y quizás destinados a un público que no deja de ser adinerado pero más joven y descontracturado.
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Esto parece cumplirse gracias a los colores elegidos en la carrocería conformados por un degradado entre las tonalidades Celebration Silver y Black Diamond. No hay que dejar pasar por alto las terminaciones en amarillo intenso.
Justamente esos detalles han arribado en el paragolpes, llantas, grilla y en la clásica estatuilla «Spirt of Ecstacy».
Claro que los colores elegidos están basados en el Thunderbolt, un vehículo de los años 30 que rompió el récord de velocidad (575 km/h) gracias a la propulsión de dos motores V12. Hecho en aluminio se le colocó pintura negra y amarilla para poder visualizarlo en las extensas salinas.
De vuelta en el Black Badge Wraith Black Arrow de Rolls-Royce nos encontramos con un habitáculo que contempla los mismos colores del exterior. El negro predomina el ambiente y se combina con el amarillo sobre el volante y los asientos, más allá del trabajo y los motivos en gris del panel central y las puertas que imitan a las salinas. Como ya es costumbre no podía faltar el techo cielo con las estrellas.
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Por último, nos adentramos en la mecánica. Conserva el V12 que entrega unos 632 caballos de fuerza y ello se traduce en el último coupé que alojará este tipo de propulsor.
El Rolls-Royce Black Badge Wraith Black Arrow ya tiene a todos sus dueños asignados y seguramente marcará un antes y un después en la firma de origen británico.