Rinspeed sQuba Concept
Un agradable convertible capaz de sumergirse y "bucear" hasta 10 metros bajo el agua.
Treinta años después del estreno del largometraje, "The spy who loved me", en el que James Bond manejaba un vehículo sumergible, el prototipo acuático es finalmente una realidad.
Famoso en el mundillo automotor por sus extraordinarias y osadas creaciones (entre otras, un vehículo con carrocería transparente), el suizo Frank M. Rinderknecht (52) presentará en el venidero Salón de Ginebra la última joya de Rinspeed, su empresa: Un automóvil que puede circular tanto sobre caminos convencionales como bajo el agua y todo ello sin producir desecho contaminante alguno.
El convertible sQuba debe estas geniales características a sus 3 motores eléctricos (2 de ellos para la propulsión acuática y un tercero para circular por calles y rutas) y también a la utilización de materiales reciclables y de lubricantes biodegradables. Además, los tapizados y acabados interiores del sQuba, al igual que la mayoría de sus componentes eléctricos y mecánicos, están preparados para sobrellevar el contacto con el agua salina, uno de los principales escollos que no pudieron superar otros proyectos de automóvil de similares características.
¿El interior del automóvil debe soportar el contacto con el agua? Sí. Como podrá el lector observar en las fotos que ilustran esta nota, cuando el sQuba se sumerge en el agua, sus ocupantes respiran a través de los tubos de oxígeno comprimido de los cuales está provisto el modelo. Estos tubos son del mismo tipo que los utilizados para buceo. La falta de un techo rígido y de puertas herméticas garantiza que en caso de un desperfecto, accidente o simplemente de que los pasajeros desearan salir del vehículo durante una incursión marina, estos lo puedan hacer sin problema.
Sin embargo, existen también razones técnicas por las cuales el habitáculo del sQuba no puede ser cerrado: Ello implicaría tener que agregar a la carrocería del modelo aproximadamente 2 toneladas de peso, a fin de permitir la sumergibilidad. Y hacerlo significaría anular totalmente sus capacidades dinámicas sobre tierra firme.
El sistema de flotación de este convertible suizo es similar al utilizado en submarinos convencionales, es decir, a través de tanques que se llenan y vacían de agua por medio de un sofisticado mecanismo de bombas y compuertas. Este y muchos otros sistemas y componentes del sQuba fueron desarrollados por compañías externas a la marca, a las que Rinderknecht convenció de sumarse al proyecto. Hay incluso una empresa a cargo de la comercialización del modelo, a través de un programa de leasing.