Renault Clio RS, ángel y demonio al mismo tiempo
La firma francesa presentó una edición especial de su compacto global deportivo que si bien posee el mismo motor que el modelo convencional, cuenta con importantes cambios estéticos.
En búsqueda de conseguir mayor protagonismo en el segmento de los vehículos hatchback, Renault develó en el AutoShow de Lyon una nueva versión del Clio RS que, según la marca, ejerce una atracción inmediata por su aspecto tentador, pero tranquilizado por sus buenos modales y la competencia del día a día.
Para el Reino Unido este vehículo fue bautizado como 200 Raider y sólo tendrá 55 unidades a la venta, mientras que en el resto de los mercados figura como Ange & Demon y hay disponibles 666 automóviles. Su precio de comercialización es de 27,990 euros.
La estética de este Clio RS es donde aparecen las diferencias con el vehículo original. En este caso, si bien está la posibilidad de elegir entre los colores gris y rojo, la principal novedad recae en que ambos son de tonalidad mate. Por su parte, el techo, el paragolpes delantero, el difusor, el spoiler y los espejos retrovisores son de color negro brillante.
Otra característica sobresaliente son las nuevas llantas de 18 pulgadas en el mismo color que le resto de elementos anteriores, que dejan ver las pinzas de freno marca Brembo en color rojo.
Respecto al interior, los cambios son ínfimos. Más allá de los asientos de cuero, el pomo de la palanca de cambios es metálico y aparece una placa numerada que indica el número de unidad del vehículo. El equipamiento incluye una tarjeta manos libres, una radio Bluetooth Plug & Music, control de clima automático, esteras para proteger el suelo, y espejos exteriores que se pliegan eléctronicamente.
Existe la posibilidad de sustituir el navegador TomTom Live que viene de serie por un sistema de telemetría llamado Renault Monitor, que resulta ideal para quien exprima el Clio RS en un circuito.
La motorización está a cargo de un impulsor de 2.0 litros a gasolina que genera 200 caballos de potencia máxima, es decir, el mismo que tiene el modelo originario.