Renault 4 E-Tech Van: electrificación con identidad para el transporte urbano profesional
Con un diseño inspirado en el legendario 4L y prestaciones ajustadas a las exigencias logísticas actuales, el Renault 4 E-Tech Van es la variante para el trabajo del eléctrico francés.
Después de darse a conocer y volver al asfalto en formato cero emisiones, surge el Renault 4 E-Tech Van, una propuesta que combina evocación histórica, tecnología moderna y eficiencia operativa.
Diseño que comunica propósito y herencia
En un mercado donde las furgonetas eléctricas tienden a uniformarse visualmente, el Renault 4 E-Tech Van se destaca por una estética cargada de identidad.
Su diseño frontal verticalizado, las formas limpias y los detalles que remiten al histórico 4L establecen una conexión directa con el pasado.
Enfoque práctico con configuración optimizada
El interior ha sido desarrollado bajo parámetros funcionales estrictos. La eliminación de las plazas traseras ha permitido incorporar un piso plano reforzado con superficies resistentes al desgaste y múltiples puntos de fijación para carga.
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El volumen útil alcanza los 1.045 litros, y la capacidad de carga se sitúa en 375 kilogramos, destinados a funcionar en los repartos urbanos.
Además, incluye un compartimento secundario de 36 litros bajo el suelo, diseñado específicamente para alojar el cable de carga y liberar espacio en la zona de carga principal.
Esta solución, aunque sencilla, muestra una atención al detalle orientada a la operatividad cotidiana.
Opcionalmente, se pueden añadir elementos como rejillas de separación, cubiertas rígidas para el equipaje, alfombras o bloqueo de cristales posteriores.
Estos accesorios permiten modular el uso según el perfil del cliente profesional, desde repartidores autónomos hasta flotas corporativas.
Configuraciones mecánicas orientadas a distintos usos
Una de las claves del Renault 4 E-Tech Van es su disponibilidad en dos variantes motrices, pensadas para adaptarse a diferentes contextos de uso y requerimientos operativos.
Esta dualidad permite a los operadores elegir entre mayor eficiencia o mejor rendimiento según el tipo de ruta y frecuencia de carga.
La primera configuración, más orientada a entornos urbanos puros, incorpora un propulsor eléctrico de 90 kW (120 CV) y una batería de 40 kWh, con la que puede alcanzar una autonomía máxima de 308 kilómetros según el ciclo WLTP.
A su vez, la segunda opción, denominada “confort”, eleva la potencia a 110 kW (150 CV) y equipa una batería de 52 kWh.
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Ello permite extender la autonomía hasta 409 kilómetros WLTP. Esta alternativa resulta especialmente adecuada para repartidores que operan en zonas más alejados o trayectos más prolongados con puntos de carga menos frecuentes.
En ambos casos, integra carga bidireccional en corriente alterna a 11 kW, y posibilidad de carga rápida en corriente continua: hasta 80 kW para la batería más pequeña y 100 kW en la de mayor capacidad.
Con esta configuración, es posible recuperar el 65% de la batería en apenas 30 minutos, una cifra relevante para flotas con tiempos de parada limitados.
Así, el Renault 4 E-Tech Van se descubre como otra alternativa eficiente dedicada al trabajo.