¿Qué motores podrían llegar a la Argentina a corto plazo?
Conocé los propulsores que las marcas emplean en Europa bajo una serie de premisas. Mayor economía, amigables con el medio ambiente, baja cilindrada y utilización del turbo.
Si bien la industria automotriz continúa con su evolución constante en base a los vehículos híbridos como el Toyota Prius, o los eléctricos como el Nissan Leaf, si nos orientamos al mercado local (a un ambiente más terrenal y mencionando a vehículos con motores de combustión únicamente) hay cierta tendencia a dejar de lado los impulsores de gran cilindrada para enfocarse con lo que sucede en el viejo continente.
Por cierto, hay ciertas marcas/modelos que se asemejan con el conjunto mecánico aquí y allá, todavía nos encontramos lejos a la hora de equiparar dichos productos con estas plantas motrices. Claro que esta comparación se ha realizado con las marcas más tradicionalistas dejando de lado compañías como Mercedes-Benz, BMW o Audi, por mencionar algunas.
Así es como en Europa se comercializan vehículos de cilindrada acotada que suman turbo para contrarrestar la falta de potencia y reacción (ya sean nafteros o diésel). Estos arrojan como resultado un consumo de combustible no tan excesivo y sobretodo mayor respeto por el medio ambiente.
Para citar algunos ejemplos, el mítico Volkswagen The Beetle en Argentina se comercializa con un motor 1.4 TSI de 160 caballos de potencia. En España, este modelo ofrece un “corazón” 1.2 TSI que entrega unos 105 caballos.
En cuanto a Ford, su Fiesta Kinetic hatch se puede encontrar en los concesionarios con una planta impulsora 1.6 litros de 120 CV. Si viajamos rápidamente “a la madre patria” encontramos una versión con un motor 1.0 EcoBoost de 100 CV con turbo que arroja un consumo medio de 4,5 l/100 km.
Pero esta tendencia también figura en vehículos más grandes, tal es el caso del nuevo Mondeo (recientemente salido al mercado local) que cuenta con la configuración 2.0L de 240 CV en Argentina. En Europa está disponible con un impulsor EcoBoost 1.6 litros que eroga unos 125 caballos.
Un vehículo que todavía no ha llegado al país pero su ejemplo es válido para reflejar su baja cilindrada es el Renault Clio IV. El modelo del rombo se presenta con una serie de apenas 0.9 litros (898 cm3), 3 cilindros y unos 90 caballos de fuerza.
Si bien estos modelos y versiones están basados sobre variantes nafteras, la tendencia es similar para las opciones diésel.
Con el advenimiento de la movilidad eléctrica y la conducción autónoma, el futuro más cercano tiene como grandes protagonistas a estos motores chicos que ofrecen lo necesario para desenvolverse sin inconvenientes por la ciudad y la ruta. Ojalá estos chicos con corazón de grande formen parte más asiduamente en los vehículos del mercado local.