Propulsión eléctrica en el mundo off-road
Land Rover desembarca en el Auto Show de Ginebra con el prototipo del Defender eléctrico que incluye las carrocerías pick-up, hard-top y station wagon.
En la exposición suiza se podrá apreciar el nuevo desarrollo de la firma inglesa, ya que se exhibirán siete unidades de este “laboratorio móvil” con el cual se están llevando a cabo test de nuevas tecnologías aplicadas en condiciones extremas. El modelo se basa en el Leopard 1, un off road eléctrico basado, a su vez, en el Defender tradicional.
Se reemplazó el motor diesel y la caja de cambio estándar por un impulsor eléctrico de 70 kW (94 CV) que es alimentado por una batería de iones de litio de 300 voltios y una transmisión de una sola marcha que transmite la potencia a sus cuatro ruedas.
Gracias a la batería de 27 kWh el Defender EV cuenta con una autonomía de 80 km. Mediante un cargador rápido se puede rellenar la batería en cuatro horas, mientras que con uno portátil se tarda diez horas.
Para esta versión del Defender se han realizado algunas modificaciones técnicas que incluyen la refrigeración de todos los componentes mediante aire en detrimento de la refrigeración líquida, reduciendo de esta manera el peso total; y la optimización del frenado regenerativo.
No existen planes de comercializar este vehículo, pero las siete unidades existentes cumplirán funciones operacionales luego de ser exhibidas.