Porsche Cayenne 2008

Renovado y con una oferta mecánica de estreno el SUV de Porsche continuará avivando el segmento de los vehículos recreacionales de carácter irracional.

Sin categoría | conduciendo | 09/02/2007 | Compartir

Subirse, acomodar el asiento mediante botones laterales, aspirar la esencia a cuero, posar las manos sobre el volante y familiarizarse lentamente con los controles. Acariciar las teclas de up y down que comandan la transmisión. Coquetear con el logo de la ciudad de Stuttgart y sonreír. Hasta aquí uno podría estar a bordo de cualquier Porsche.

Pero giramos la llave del lado izquierdo y oímos el bramido infernal que emiten en conjunto los ocho cilindros y el conjunto de escapes. No es cualquier Porsche, sino el mayor éxito desde la salida del 911. No se trata un vehiculo más que adornara los garajes de los miles de clientes; será la estrella, única, vanidosa y espectacular.

Para finales de 2007 se podrá adquirir la segunda generación del Porsche Cayenne. Con nuevas soluciones se ha rejuvenecido un diseño muy efectivo; y con los nuevos impulsores, el modelo más controvertido de los últimos cinco años estará en boca de todos.

Al igual que en 2003, cuando fue presentado, cada motor llevará una denominación. El primero de la gama 2008 será un V6 (homónima denominación) de 3.6 litros y 290 hp. Con 40 hp más que el predecesor, el pequeño Cayenne alcanzará las 140 millas de velocidad máxima. El segundo y más equilibrado motor (denominado S) es uno de ocho cilindros y 4.8 litros que ahora posee 385 hp. Es 300 centímetros cúbicos más grande que el anterior V8. Con este las 60 millas las consigue en solo 6.5 segundos. Por último el tercer motor disponible se basa en el que monta la versión S, pero añade dos parejas de turbo compresor e intercooler para terminar con 500 hp. El Cayenne Turbo muestra números tan impresionantes que espantaran a cualquiera. 0 a 60 en menos de 5 segundos y 171 millas de velocidad final. Casi irracional y con mucho pedegree de carreras este último impulsor derriba a todo aquel que se pose en su camino.

Continúa con el mismo sistema de tracción que utilizaba con anterioridad; la fuerza del motor es repartida hacia los cuatro neumáticos. En situaciones normales reparte la fuerza 38 % en las ruedas delanteras y 68 % por detrás. Posee un diferencial central que ayuda cuando un eje pierde tracción. Este sistema puede ser bloqueado para escalar en un terreno complicado. Opcionalmente puede montar un diferencial trasero.

Estos sistemas destinados al manejo off road se complementan con el conocido —y ahora mejorado— PSM (control de estabilidad).

El diseño exterior ha sido apenas modificado. Los faros exteriores ahora son más felinos y grandes. Las múltiples entradas de aire poseen un diseño variado para cada versión. Por ejemplo: un motor biturbo requiere un tipo de enfriamiento diferente que uno aspirado de 6 cilindros. Las ópticas traseras ahora son facetadas y con materiales más claros, iluminan mejor.

A nivel de equipamiento suma algunos elementos que antes no incluía como faros bi-xenón direccionales o el PDCC, dispositivo que controla el balanceo de la carrocería y minimiza el peligro de un vuelo.

En el terreno de las SUV pesadas la competencia es amplia. Los alemanes poseen sus propias camionetas al igual que los americanos. BMW X5, Audi Q7 y el Volvo XC90 encabezan la lista de contrincantes.