¿Una marca de lujo vuelve al ruedo?
La compañía neerlandesa JB Classic & Bespoke resucita la marca Packard tras casi siete décadas, dando vida al Excellence.
Packard parece haber resucitado de la mano de JB Classic & Bespoke. Ello podrá cristalizarse mediante un ejercicio artesanal de rediseño sobre el Bentley Flying Spur.
Durante más de medio siglo, el nombre Packard evocó nostalgia, elegancia perdida y la silueta de una industria automotriz estadounidense que alguna vez supo rivalizar con las casas europeas más refinadas.
Su nuevo estandarte, el Packard Excellence, surge desde Europa y se presenta como un modelo único.
¿Este clásico checo podría renacer?
De símbolo de estatus a emblema olvidado: el largo ocaso de Packard
La historia de Packard es, en esencia, la de una marca que supo estar entre las más respetadas del mundo automotor. En las décadas de 1930 y 1940, sus vehículos representaban el pináculo del lujo norteamericano.
Más que automóviles, eran objetos de prestigio. Su refinamiento técnico, sus diseños elegantes y su presencia escénica los convirtieron en favoritos de las celebridades de Hollywood y de las élites industriales.
Sin embargo, la evolución estilística y las transformaciones del mercado de posguerra terminaron por dejar a Packard atrás.
Incapaz de actualizar su lenguaje de diseño a los nuevos códigos visuales emergentes, la marca fue perdiendo relevancia comercial hasta desaparecer oficialmente en 1958.
Un renacimiento europeo sobre plataforma británica
Contrario a lo que muchos habrían imaginado, el regreso de Packard no proviene de Estados Unidos, sino de los Países Bajos.
Allí, el taller especializado JB Classic & Bespoke, conocido por su trabajo sobre vehículos clásicos de alto valor, ha liderado un proyecto para reinterpretar el ADN de la marca en clave contemporánea.
El resultado es el Packard Excellence, un modelo que toma como base estructural y mecánica el Bentley Flying Spur, pero que ha sido transformado estética y conceptualmente para rendir homenaje a la herencia Packard.
Más de 17.000 horas de trabajo artesanal han sido necesarias para ejecutar esta conversión. La intervención no se limita a un simple restyling.
La carrocería ha sido rediseñada casi por completo, con especial atención al frontal, donde se destaca una reinterpretación moderna de la emblemática parrilla tripartita de Packard, fabricada en acero inoxidable pulido por artesanos metalúrgicos.
Sobre ella, se reinstala un símbolo que había desaparecido del panorama automotriz: la Diosa de la Velocidad, emblema que presidía el radiador de los Packard originales.
Las claves de diseño del Packard Excellence
La firma luminosa delantera, totalmente nueva, se adapta a normativas actuales pero mantiene un enfoque verticalizado, en línea con la tradición Packard.
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En tanto, las puertas traseras de apertura inversa, una decisión poco común en vehículos modernos le otorgan suntuosidad.
En la parte trasera, las modificaciones son más contenidas. Aún es posible identificar la base Bentley, aunque se ha suavizado la transición visual con una nueva disposición de los grupos ópticos.
Habitáculo: refinamiento sobre base Bentley
El interior del Packard Excellence mantiene la arquitectura del Bentley Flying Spur, lo cual asegura una experiencia de conducción y confort de alto nivel.
No obstante, la personalización es extensa. Los materiales empleados (cuero, madera natural, aluminio mecanizado) han sido seleccionados bajo criterios estéticos que remiten al lujo artesanal del siglo XX.
El logotipo de Packard se integra con sobriedad en los apoyacabezas, paneles de puerta y molduras.
A su vez, la tecnología de infoentretenimiento, aunque heredada del modelo británico, ha sido reconfigurada para adaptarse al enfoque más sobrio y elegante del proyecto.
¿Un futuro para la marca Packard?
Si bien el Packard Excellence no implica, por ahora, la reactivación formal de la marca como fabricante, sí abre la puerta a un posible renacimiento en forma de constructor artesanal.