Nueva reglamentación vial en EEUU
De acuerdo con el organismo de seguiridad vial de Norteamérica, en promedio, hay 210 muertos y 15.000 heridos al año por accidentes al conducir marcha atrás.
El Departamento de Administración Nacional de Seguridad Vial de Transporte de Estados Unidos (NHTSA) publicó una norma que obliga a las automotrices a añadir como equipamiento de serie en sus vehículos de menos de 10.000 libras (incluyendo autobuses y camiones) y fabricados a partir del 1 de mayo 2018, una cámara de visualización trasera.
La intención de esta disposición es nada menos que aumentar la seguridad y reducir el nivel de los siniestros cuando se conduce marcha atrás, dado que con esta tecnología se amplía el campo visual posterior y el conductor puede observar y detectar, de manera más clara y simple, lo que ocurre a detrás de su vehículo.
Otros requisitos adyacentes son que el campo de visión refleje una zona mínima de unos 10 pies por 20 pies, el tiempo total que se refleja, el tiempo en que tarda en accionarse la cámara, la durabilidad y la desactivación.
NHTSA informa que, en promedio, hay 210 muertos y 15.000 heridos al año por accidentes al conducir marcha atrás; donde los niños menores de cinco años representan el 31% de las víctimas mortales y los adultos de 70 años y más representan el 26%.
De la misma manera, según un análisis de la NHTSA, el 73% del mercado ya contará para ese entonces con esta tecnología de manera independiente, por lo que no representaría un gran inconveniente ni grandes demandas de dinero no estipulado. Asimismo, el organismo asegura que incluir este equipamiento en un automóvil que ya cuenta con la pantalla visualizadora sólo demandaría un costo de $ 43 a $45, mientras que en uno que no la tiene sería de $132 a $142.
Si bien en la actualidad ya son varios los ejemplares que ofrecen este dispositivo se espera que una vez que la totalidad de la flota de vehículos disponga este elemento se salven entre 58 y 69 vidas cada año.