Ford Mustang Shelby GT500, el más purista de todos

NoticiasNovedades | conduciendo | 15/01/2019 | Compartir

La marca del óvalo ha develado al nuevo Ford Mustang Shelby GT500, que se convierte en el más potente de la historia del muscle car.

Con motivo de una nueva edición del Salón de Detroit, Ford ha presentado al Mustang Shelby GT500. Se trata de la versión más potente de la historia del muscle car del fabricante estadounidense. Pasó más de un año pero finalmente se ha develado.

Este último modelo marca un hito en la historia del superdeportivo de Ford. Ha sido bautizado como Mustang Shelby GT500. Lo que lo hace rugir es un motor 5.2 litros V8 de aluminio, sobrealimentado por un compresor, que entrega una potencia de más de 700 caballos de fuerza, cifra que aún no es exacta y rondaría los 750 CV.

Sin embargo, las novedades no pasan únicamente por el plano de la potencia. Es que ha dejado atrás la transmisión manual y ahora cuenta con una automática de doble embrague y siete velocidades, capaz de realizar los cambios de marcha en menos de 100 milisegundos.

Debido a esta mecánica, el Ford Mustang Shelby GT500 es capaz de alcanzar los 100 km/h en unos 3,5 segundos acelerando desde cero y de recorrer 400 metros en menos de 11 segundos, según expresa la marca.

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También renueva su suspensión, la dirección asistida eléctrica y añade una nueva generación de amortiguadores adaptativos. Los frenos del Shelby GT5000 son del especialista Brembo con disco de 420 milímetros en el eje delantero.

Ford Performance ha desarrollado a este nuevo Mustang, que además ofrece neumáticos de competición Michelin, según lo que requiera cada cliente. Dentro del paquete Carbon Fiber Track se destaca la ausencia de los asientos traseros, llantas de carbono de 20 pulgadas y distintos elementos aerodinámicos.

Por otra parte, en cuanto a la tecnología, ofrece de serie un panel de instrumentos digital de 12 pulgadas y otra de 8 para el sistema multimedia.

Un nuevo protagonista para la rica historia del muscle car. Máxima potencia de la mano del Shelby GT500.