Mercedes Benz CLS

Pequeñas modificaciones estéticas renuevan la vida del CLS.

Sin categoría | conduciendo | 28/05/2008 | Compartir

Para calificar al CLS dentro de algún apartado, se lo debería comparar con los BMW Serie 5 (y Serie 6), con el Audi A6, el Honda Leyend, el Cadillac CTS y el nuevo Jaguar XF. Pero, su diseño, tan radical rompe los esquemas tradicionales de una berlina de cuatro puertas. Incluso su manejabilidad es superior a la de su hermano —Mercedes Clase E—, siendo más aguerrido, controlable, emocionante y rápido.

Un dato para comprender el hito que ha marcado este modelo: desde que salieron al mercado, en los años cincuenta y sesenta, los Mercedes SL 300 Gullwing y el S600 L han sido las referencia obligada al momento de copiar un automóvil. Hoy, en las universidades, el CLS ha ocupado ese lugar.

"El primer coupé con cuatro puertas del mundo" fue el slogan que lanzó la empresa alemana para mostrar al CLS. Hoy, a casi cuatro años de aquel primer envío, Mercedes Benz lanza el primer reestiling.

Las principales diferencias están en los faros delanteros, la parrilla y el diseño de las llantas. Los focos traseros suman decenas de proyectores de LED, para aumentar la luminosidad y optimizar la seguridad. Es decir, los cambios son mínimos por una única razón: el diseño externo del CLS no ha envejecido, por el contrario, se mantiene como el primer coupé de cuatro puertas, con un diseño armónico y majestuoso. El apartado comercial también ha resultado exitoso, ya que el CLS ha mejorado las ventas de la marca germana en el segmento medio-alto, aumentando el propio volumen año tras año y posicionado al CLS como una opción sin par.

En el interior, las funciones de entretenimiento y refrigeración están agrupadas por una nueva computadora, ahora más rápida y poderosa. Los sistemas de control de voz —Linguatronic— y pantalla de DVD táctil —Comand APS— han sido revisados y simplificados; además incorpora un nuevo disco rígido de almacenamiento de datos, teléfonos y mapas para el navegador satelital.

La gama mecánica se ha ampliado: suma un motor de entrada y le hecha pimienta a la versión acariciada por la varita mágica de AMG.

El CLS 280 posee una estructura de seis cilindros en V y 231 CV. La velocidad máxima para ésta versión es de 150 millas por hora (245 km/h) y acelera hasta las 60 millas en menos de ocho segundos. El segundo impulsor, conocido como 350 CGI posee la misma arquitectura de seis cilindros en V (292 CV) pero con 3.5 litros de cubicaje; está alimentado por un moderno sistema de inyección piezoelectrónica, la cual es menos contaminante. El primer V8 disponible es conocido como CLS 500, a pesar que ese motor posee 5.5 litros de cilindrada total. Su potencia es elevada —388 CV— y consigue las 60 millas en menos de seis segundos. La velocidad máxima, al igual que en el CLS 350 CGI es de 155 millas por hora. La transmisión es automática-secuencial de siete marchas para todas las versiones. A modo funcional, tiene la posibilidad de conectar la tecla M, con la cual se pueden utilizar las palancas detrás del volante, para el paso entre cambios manualmente.

El CLS 63 AMG reemplaza al anterior 55 AMG. Este modelo tiene un motor V8 turboalimentado de 6.3 litros y 514 CV. Su performance es bíblica: 4.6 segundos hasta las 60 millas. Se rumorea, que sin limitador, superaría las 200 millas por hora. En este modelo, la caja de velocidades está administrada por AMG y posee 7 velocidades. Los neumáticos para son de 285/30 R 19. Queda por destacar el conjunto de suntuosidades que adornan a todas las versiones, como los asientos eléctricos con masaje, calefacción y refrigeración; el techo eléctrico vidriado; las butacas revestidas en cuero; el equipo de climatización de dos vías independientes; o el pequeño refrigerador central.

El CLS se posiciona como un estandarte, icónico e irrepetible. Su lanzamiento ha permitido la inauguración de un nuevo segmento, al cual se han inscripto Audi con el A7 (aún en desarrollo), BMW con el CS Concept y Volkwagen con el Passat CC.