Maserati Quattroporte Gran Finale: despedida a la italiana
La berlina insignia de Maserati , dice adiós con una edición especial bautizada Gran Finale que marca el cese de una era y rinde homenaje al icónico motor V8.
Maserati ha presentado el Quattroporte Gran Finale, una serie exclusiva que despide a la motorización tradicional para darle paso a las nuevas tecnologías.
Esta berlina de lujo, que ha sido un pilar fundamental para la marca del Tridente durante más de seis décadas, y ahora se despide con estilo, con la potencia y el refinamiento de su emblemático bloque V8.
Por otro lado, este Quattroporte Gran Finale no es un modelo de producción en serie. Se trata de un encargo especial realizado por un destacado empresario del sector biomédico estadounidense.
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Claro que ha sido personalizado a través del programa Fuoriserie de Maserati, y representa una obra de arte sobre ruedas como así también un tributo a la ingeniería italiana.
El exterior del Quattroporte Gran Finale es simplemente cautivador. La carrocería, pintada en un llamativo tono Blu Nobile, combina a la perfección con los elementos de fibra de carbono del paquete aerodinámico, los cuales portan la misma tonalidad.
Las pinzas de freno en aluminio cepillado añaden un toque de contraste y sofisticación. Otro detalle particular, es el número de identificación del vehículo, que ha sido grabado como 999999, y lo convierte en una pieza verdaderamente única.
Puertas adentro, el Quattroporte Gran Finale es una obra maestra de artesanía y lujo. Los asientos, tapizados en cuero de la más alta calidad, ofrecen un confort excepcional.
Se suman los detalles en madera de abedul en el volante y las puertas, junto con los parantes A de cuero negro y los paneles de las puertas en color tostado.
A su vez, los apoyabacabezas se encuentran bordados con el logotipo del tridente, y los zócalos de las puertas, muestran la leyenda «Quattroporte Gran Finale».
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Por último, una insignia especial que identifica a la versión en el túnel central añade un toque final de distinción.
La cuestión mecánica está comprendida por el poderoso motor V8 biturbo de 3.8 litros. Este propulsor, desarrollado en colaboración con Ferrari, entrega una potencia máxima de 580 caballos.
De a poco la llama de los tradicionales ocho cilindros se apaga para darle paso a las plantas impulsoras más ecológicas y modernas.
